La malaria es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmiten a las personas a través de las picaduras de mosquitos infectados. Los mosquitos infectados suelen ser del género Anopheles. Una vez que una persona es picada por un mosquito infectado, los parásitos entran en el torrente sanguíneo y se dirigen al hígado, donde se multiplican. Posteriormente, los parásitos regresan al torrente sanguíneo e infectan los glóbulos rojos, causando síntomas como fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza y a veces complicaciones graves como anemia e insuficiencia renal. La malaria es una enfermedad común en muchas partes del mundo, principalmente en regiones tropicales y subtropicales, y puede prevenirse mediante el uso de mosquiteros, repelentes de insectos y medicamentos profilácticos.