Mira hacia arriba: el hermoso campanario que ves pertenece a la iglesia de Santa María in Cosmedin, y fue construida alrededor del año 1100 en ladrillo y "piedras de expolio", es decir, material extraído de los antiguos monumentos. Admira su dinámica estructura de arcos ciegos y ventanas de distintos tamaños, con planos separados por elegantes bandas decorativas.
La iglesia está dedicada a la Virgen, se levanta sobre cimientos romanos y está cerca de la pintoresca casa de los Crescenzi. Si te preguntas qué significa el extraño apelativo "in Cosmedin" debes saber que tiene un origen muy curioso: en la Alta Edad Media fue confiada a la comunidad griega, que en su idioma la llamaban "Kosmidion", es decir, decorada. De hecho, como verás dentro de poco, está repleta de frescos, mármoles y restos antiguos.
La iglesia se presenta en su aspecto primitivo, recuperado gracias a la restauración de finales del siglo XIX, que eliminó los añadidos barrocos y devolvió a la luz las partes medievales, así como gran parte de la arquitectura y la decoración.
A la izquierda del pórtico que precede a la fachada verás probablemente una cola de personas frente a un punto de la pared. Poniéndote tú también en la fila podrás conocer la famosa Boca de la Verdad, que da nombre a la plaza y que constituye la principal atracción para los turistas. Como puedes ver, se trata de un gran bajorrelieve romano de forma circular, que data del siglo II después de Cristo, y representa un rostro barbudo, con largos cabellos que le caen por los lados. En su origen se trataba simplemente de la tapa de una alcantarilla, pero la imaginación popular ha creado toda una leyenda a su alrededor: quien quiera demostrar que dice la verdad deberá meter la mano en la boca de la enorme cara. La escultura morderá a los mentirosos o ¡incluso se tragará su mano! ¿Quieres probar tú?
Si has superado la prueba y tienes todavía las manos sanas, pasa al interior, donde observarás un elemento típico de la arquitectura románica, es decir, la alternancia entre pilares y columnas, aunque aquí no tienen la función de soportar ninguna carga. Admira también el bello suelo con incrustaciones de mármol, de gran antigüedad en su mayor parte, y la celosía que rodea el altar mayor, cubierto con un baldaquino gótico de mármol del siglo XIII.
CURIOSIDAD: en la película Vacaciones en Roma, Gregory Peck enseña la Boca de la Verdad a Audrey Hepburn y ¡esconde su mano fingiendo que se la ha comido!