Tito Flavio Domiciano, último emperador de la dinastía Flavia, gobernó desde el 81 hasta el 96. Heredó las habilidades administrativas de su padre Vespasiano y su hermano Tito, fortaleció la burocracia imperial, mejoró la economía y aumentó los salarios de los soldados. En lugar de buscar expansiones imperiales, prefirió consolidar las fronteras. Aunque siempre intentó mantener el respaldo del Senado, su creciente paranoia y represión hacia sus opositores llevaron a su asesinato a manos del Senado, poniendo fin a su régimen de terror.