Nerón, cuyo nombre real era Lucio Domicio Enobarbo, fue el quinto emperador romano de la dinastía julio-claudia, reinando desde el 54 hasta el 68 d.C. Inicialmente gobernó junto a su madre Agripina, el filósofo Séneca y el consejero Afranio Burro. Más tarde, estuvo involucrado en la muerte de figuras prominentes como el filósofo Séneca y su propia madre. Con políticas populares y evidente desprecio por el Senado, se volvió impopular entre la aristocracia. A pesar de sus excesos, la responsabilidad en el incendio de Roma, que se le atribuyó durante mucho tiempo, sigue siendo motivo de debate entre los historiadores modernos. Depuesto por el Senado, se suicidó en el 68. Hoy en día, su imagen de tirano está siendo reconsiderada.