Esta iglesia contiene una de las obras escultóricas más extraordinarias de Roma: el Éxtasis de Santa Teresa de Gian Lorenzo Bernini.
La iglesia del siglo XVII de Santa María della Vittoria, que como puedes ver cuenta con una fachada de travertino, forma un grandioso conjunto monumental con la Fuente de Moisés, del siglo XVI, que fue concebida como espectacular salida del acueducto Acqua Felice.
La iglesia es famosa y se visita sobre todo por la capilla de la familia Cornaro, diseñada por Gian Lorenzo Bernini, en cuyo altar podrás admirar el grupo escultórico del Éxtasis de Santa Teresa.
Inspirándose en el relato autobiográfico de la santa española, Bernini te presenta una verdadera obra maestra del arte barroco, en la que la pintura, la escultura y la arquitectura se funden con resultados espectaculares.
A este grupo escultórico le dedicó el artista cuatro años, hasta 1651, y es la pieza central de una escenografía enormemente teatral. Bernini se encargó de crear una hornacina en la pared posterior para colocar en ella el altar, y modificó una ventana que había detrás del frontón triangular del monumento, haciendo que la luz cayese como una lluvia desde arriba, mezclándose con los rayos de bronce dorado de la escultura.
Es un espectáculo mágico, la orgullosa afirmación de una actividad creativa plena y vital con el efecto de la santa místicamente suspendida en el aire. El bloque de mármol blanco, trabajado con sensual suavidad, simula una densa nube en la que se reclina la santa, inconsciente, mientras su rostro expresa dolor y sensualidad, y transmite una experiencia indescriptible. Un ángel sonriente impulsa una flecha de oro hacia el pecho de la santa, llevando a un punto culminante la emoción del conjunto. En la bóveda, una paloma divina vuela entre las nubes, que desbordan el espacio, hacia la ventana.
CURIOSIDAD: esta iglesia está vinculada a una batalla entre católicos y luteranos cerca de Praga. Los católicos estaban perdiendo, pero de una pequeña imagen de María que un cura llevaba al cuello surgió una luz que deslumbró a los enemigos y los puso en fuga. La imagen se trajo hasta esta iglesia, que desde entonces se llamó Santa María della Vittoria.