Los palacios vaticanos son una serie de edificios y complejos arquitectónicos ubicados dentro de la Ciudad del Vaticano, en Roma. Estos palacios han sido la residencia oficial de los Papas desde el traslado de la sede pontificia al Vaticano en el siglo XIV. Inicialmente, el palacio era sencillo y se encontraba cerca de San Juan de Letrán, pero a lo largo de los siglos fue siendo ampliado y embellecido por diferentes papas y arquitectos. Durante el Renacimiento, en el siglo XV, los palacios vaticanos se convirtieron en un importante centro del arte y la arquitectura. El papa Nicolás V impulsó su transformación y se encargó de la construcción de la capilla con frescos de Beato Angelico. Posteriormente, la biblioteca apostólica y la Capilla Sixtina fueron construidas, convirtiéndose en importantes espacios artísticos dentro de los palacios vaticanos. Diversos papas, como Alejandro VI, Julio II y León X, continuaron embelleciendo los palacios con encargos artísticos y reestructuraciones arquitectónicas. El Patio del Belvedere, el Patio de la Piña y el Patio de San Dámaso fueron construidos durante esa época. En resumen, los palacios vaticanos son una colección de edificios históricos que han servido como residencia y centro de arte de los Papas a lo largo de los siglos, con importantes obras de arte y arquitectura renacentista.