La sala central de la pinacoteca está íntegramente dedicada a Rafael. Aquí podrás ver los tapices, tejidos en Bruselas según sus dibujos, con los Hechos de los Apóstoles, que originalmente estaban destinados a revestir la parte inferior de las paredes de la Capilla Sixtina.
Entre las muchas pinturas de Rafael presentes en esta sala, te sugiero que comiences por su última ópera, la Transfiguración. Este gran retablo representa en realidad dos episodios distintos: en la parte baja a los Apóstoles, que tratan en vano de curar a un muchacho endemoniado; en la parte superior, en la cima del monte Tabor, Cristo se eleva en el aire, envuelto en ropas blancas, entre los profetas Moisés y Elías. A pesar de la dificultad de conectar dos situaciones tan diferentes, la pintura resulta fluida y homogénea, cargada de emociones y referencias mutuas. A la pintura le faltaban unas pocas pinceladas cuando Rafael murió prematuramente, con sólo 37 años, dejando un vacío insalvable en el arte del Renacimiento.
Cuando pases a la sección dedicada a la pintura de los siglos XVII y XVIII, junto con obras maestras de Poussin, Guido Reni, Guercino y otros artistas italianos y extranjeros, te recomiendo sobre todo el Santo Entierro , pintado por Caravaggio en torno a 1604.
Destinado a la capilla de una iglesia, esta obra está generalmente considerada como un momento "clásico" dentro de la producción del artista, que muy pronto tendría que huir de Roma tras haber matado a un hombre. A diferencia de otros retablos de Caravaggio, a este nunca se le acusó de ser poco "decoroso" o de alejarse del relato del Evangelio. Observa el homenaje explícito al arte de Miguel Ángel que supone el cuerpo de Cristo en un poderoso claroscuro, y el recurso de la arista de la lápida, colocada oblicuamente en primer plano, de manera que forme una especie de pedestal, casi un escenario, para la representación, en la que los dramáticos gestos de dolor de los personajes emergen intimidantes desde un fondo negro. Y mira con qué realismo están realizados los pies y las piernas de Nicodemo, el personaje que sostiene a Cristo a la derecha.
CURIOSIDAD: cuando Rafael murió en 1520, la Transfiguración se colocó cerca de su lecho fúnebre. El interés público en su última obra fue tal que para poder imprimir un gran número de copias del mismo se recurrió a un dibujo preparatorio del artista, en el que todos los personajes aparecían desnudos.