El Panteón fue construido en época de Augusto por iniciativa de Marco Vipsanio Agripa, yerno y colaborador cercano del emperador. La primera edificación, datada en el año 27 a. C., estaba dedicada a todas las divinidades. De ahí su nombre: Pantheon, que procede del griego pan (todo) y theon (divino). De aquel templo original aún se conserva la inscripción de la fachada actual, que traducida dice: “Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo construyó”.
Lamentablemente, ese edificio fue dañado por incendios y tuvo que ser reconstruido al menos dos veces. La versión que vemos hoy se atribuye al emperador Adriano y fue edificada entre los años 118 y 125 d. C. Adriano eligió no grabar su propio nombre y respetar la dedicatoria a Marco Agripa, manteniendo así el recuerdo del fundador original. No obstante, rediseñó completamente el edificio, transformándolo en un templo de planta circular cubierto por una enorme cúpula, precedido por un pórtico con columnas.
Siglos después, en el año 609 d. C., el Panteón cambió definitivamente su destino: el emperador bizantino Focas lo donó al papa Bonifacio IV, quien lo consagró como iglesia cristiana bajo la advocación de Santa María de los Mártires. Gracias a esta transformación, el edificio se salvó de la destrucción y del expolio de materiales, un destino que sí sufrieron muchos otros templos paganos.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, el Panteón mantuvo su función religiosa y se convirtió en lugar de sepultura honorable. Aquí fueron enterrados artistas como Rafael, y desde el siglo XIX también los reyes de Italia Víctor Manuel II y Humberto I. Con el tiempo, algunos elementos originales se modificaron; por ejemplo, en 1625 el papa Urbano VIII mandó retirar las tejas de bronce del pórtico para utilizarlas en la construcción del baldaquino de San Pedro.
Por su excepcional arquitectura, el Panteón fue estudiado por artistas del Renacimiento y de la Edad Moderna, como Brunelleschi y Miguel Ángel, quienes admiraron sus proporciones perfectas. En el siglo XIX, después de la unificación de Italia, el edificio se convirtió también en símbolo de identidad nacional.
Hoy en día, el Panteón no solo es un monumento histórico, sino también una basílica católica en activo.
Curiosidad: Se cuenta que Miguel Ángel, tras estudiar el Panteón, afirmó que no había sido construido por hombres, sino por ángeles. Aunque probablemente se trate de una frase simbólica, se cita con frecuencia para destacar la perfección técnica y la armonía de esta obra.
1 hora de uso
Desbloquea la Inteligencia Artificial (IA) y amplía tu experiencia
¿Quieres explorar aún más o descubrir ciudades que aún no están cubiertas por la aplicación?
Activa nuestra IA.
Te guiará con el mismo tono atractivo, respondiendo a tus curiosidades en tiempo real.