El interior del Panteón está organizado siguiendo un esquema radial. A lo largo del perímetro de la rotonda se abren siete grandes nichos, separados por columnas de mármol y pilastras. En la época romana, estos nichos albergaban estatuas de divinidades. Tras la consagración cristiana del año 609 d. C., fueron transformados en capillas y altares.
Para comenzar la visita en orden, una vez dentro y con la entrada a la espalda, diríjase hacia la derecha. La primera capilla es la Capilla de San José, seguida de la Capilla de la Piedad, que conserva un antiguo icono mariano de tradición bizantina. A continuación, se encuentra el Altar Mayor, con un baldaquino barroco y una pintura del artista Melozzo da Forlì que representa la Coronación de la Virgen. Entre las capillas más importantes está también la Capilla del Crucifijo, donde aún se pueden ver fragmentos de decoraciones antiguas.
El Panteón es además un lugar de sepultura. La tumba más célebre es la del pintor Rafael Sanzio, fallecido en 1520 a los 37 años. Desde 1833, según una tradición de la Academia de San Lucas, cada día se deposita en su tumba un ramo de flores frescas. En la capilla contigua reposan los restos de su prometida, Maria Bibbiena, fallecida pocos meses después. También están enterrados aquí artistas como Annibale Carracci y el compositor Arcangelo Corelli.
A partir del siglo XIX, el Panteón se convirtió en panteón real de la monarquía italiana. Aquí se encuentran los sepulcros de los reyes Víctor Manuel II y Humberto I, así como el de la reina Margarita de Saboya. Estas tumbas se reconocen por el escudo de la Casa de Saboya y por su decoración sobria pero solemne.
La decoración interior combina materiales antiguos con intervenciones renacentistas y barrocas. Los muros están revestidos de mármoles policromos y las columnas son en su mayoría de estilo corintio. El techo del pronaos estuvo originalmente cubierto por casetones de bronce, que fueron retirados en el siglo XVII para ser fundidos y reutilizados.
Con la conversión del templo en iglesia cristiana se añadieron cruces, altares, candelabros e imágenes sagradas, pero sin modificar la estructura arquitectónica romana. Esto permitió conservar la armonía del espacio original.
Curiosidad: Rafael murió el 6 de abril de 1520, el día de su 37º cumpleaños, a causa de una enfermedad repentina. Su prometida, Maria Bibbiena, falleció pocos meses después. Aunque su matrimonio había sido acordado por motivos de prestigio familiar y con el apoyo del papa, Rafael lo pospuso varias veces, pues estaba sentimentalmente unido a otra mujer. A pesar de ello, ambos descansan juntos desde hace más de cinco siglos.
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