¡San Pablo Extramuros es uno de los lugares más sagrados de Roma!
Bienvenido a la basílica dedicada a San Pablo, que se llama "fuori le mura" porque fue edificada fuera del centro histórico, en el siglo IV después de Cristo. Es la iglesia más grande de Roma después de la Basílica de San Pedro, y con el paso de los siglos se ha ido enriqueciendo con magníficas obras de arte, especialmente mosaicos y esculturas. Es también una etapa indispensable para los peregrinos que visitan la ciudad en los Jubileos.
Por desgracia, en la primera mitad del siglo XIX, la basílica quedó prácticamente destruida por un incendio. Se decidió reconstruirla "tal como era", pero con los mármoles brillantes y los resplandecientes dorados de su aspecto actual quizás te parezca un poco fría y académica. Los mosaicos de fondo dorado que puedes ver en la fachada no son originales, sino decimonónicos, y la estatua que está en el centro del amplio pórtico que precede a la fachada representa obviamente a San Pablo.
El interior se inspira en la majestuosidad de las solemnes basílicas paleocristianas: 161 metros de longitud, 65 de anchura y 30 de altura en la nave central, 80 columnas de granito y 150 de mármol blanco: estas últimas se llevaron a Roma desde el lago Mayor, ¡para lo que se necesitaron cuatro años!
El altar mayor está construido sobre la tumba de San Pablo, bajo un hermoso baldaquino gótico del siglo XIV, mientras que detrás, el elaborado candelabro para el cirio pascual y el ciclo de mosaicos son del siglo XIII.
Pero si quieres ver la parte más bella de la basílica, ve al hermoso claustro del siglo XIII: ¡tiene hasta palmeras! Obra maestra de la arquitectura, la escultura y el mosaico, todavía puedes leer la inscripción en la que los arquitectos, que eran padre e hijo, celebran con razón su maestría. Y mira qué profusión de antiguas teselas de oro y pórfido, y qué sorprendente variedad de columnas: lisas, octogonales, acanaladas, retorcidas... te recordará a los lugares más bellos de la arquitectura árabe.
CURIOSIDAD: a lo largo de las paredes de la nave central encontrarás una serie de tondos con los retratos de todos los papas de la historia, incluido el actual. ¿Y cuando no quede más espacio? Será, dice una leyenda, el inicio del fin del mundo, y del Juicio Final.