La Virgen de las Rocas es una pintura realizada por Leonardo da Vinci en la última década del siglo XV. Se trata de la segunda versión del mismo tema, y la primera se encuentra en el Louvre de París. Fue encargada por la Cofradía de la Inmaculada Concepción de la iglesia de San Francisco el Grande en Milán. En la pintura, la Virgen María acoge bajo su manto a San Juan Bautista, quien adora al Niño Jesús mientras un ángel apoya delicadamente su brazo sobre la espalda de San Juan. La obra se destaca por el paisaje de rocas que se abre al fondo, atrayendo la mirada hacia la lejanía. La versión londinense de la pintura muestra una mayor claridad estilística y crea el efecto de una gruta misteriosa, aludiendo simbólicamente al vientre materno.