¡El Arsenal es uno de los lugares históricos más apasionantes de Venecia!
Si estás en el Arsenal, probablemente hayas venido a esta zona para ver la Bienal, y es precisamente la cercanía a los jardines de la Bienal lo que les ha dado nueva vida a las viejas instalaciones industriales, después de décadas de abandono y degradación. El Arsenal ocupa cerca de 46 hectáreas de este barrio llamado Castello: un territorio enorme, especialmente en una ciudad en la que, si se piensa en ello, el espacio es un bien muy preciado.
Este complejo de producción náutica surgió poco después del año mil, y se convirtió en la mayor concentración de mano de obra de toda Europa, hasta alcanzar aproximadamente los 3.000 trabajadores. Piensa que el ingeniero jefe del Arsenal era el funcionario público que percibía el salario más alto de la Serenísima República de Venecia. Estaba a cargo de una organización perfecta, que comenzaba con el envío de madera desde los bosques y aserraderos de los Dolomitas y garantizaba la botadura y mantenimiento de un número extraordinario de buques; los ingenieros venecianos estaban buscando continuamente nuevas soluciones para hacer que los barcos tuvieran mayor capacidad y fueran más rápidos y seguros.
Había dos entradas al Arsenal: por mar, pasando entre dos torres de ladrillo, y por tierra, a través de un arco de triunfo del siglo XVI rodeado de estatuas y verjas barrocas, y precedido por la "terraza de los leones", con cuatro antiguos leones de piedra.
El complejo del Arsenal sigue estando administrado por la Armada, pero lo puedes ver desde el agua gracias a una línea de vaporettos que recorre las dársenas interiores, el canal de las galeazas y el llamado "Arsenal viejo". Si vas durante la Bienal, tendrás la oportunidad de ver edificios que datan en su mayoría del siglo XVI, de cuando el Arsenal fue radicalmente reformado para el impresionante esfuerzo productivo de la batalla de Lepanto, en 1571. Verás las "gaggiandre", es decir, las atarazanas que dan cobijo a los astilleros; las "tese", donde se guardaban las armas y municiones; y las "corderie", donde se elaboraban las cuerdas para las velas, los mástiles y las anclas.
CURIOSIDAD: este lugar era tan famoso en toda Europa, que incluso el gran Dante Alighieri abre un canto de la Divina Comedia comparándolo con un círculo del infierno: "Como en invierno en el arsenal de Venecia arde tenaz la pez".