Lo primero que habrás notado al entrar en la iglesia dei Frari habrá sido seguramente el enorme cuadro de la Asunción sobre el altar mayor: con más de siete metros de altura, esta "pala", como se llama cada pintura destinada a coronar el altar, fue iniciada por Tiziano en 1516, y colocada sobre el altar el 18 de mayo de 1518, un día realmente memorable. No podrás sustraerte del encanto de esta obra maestra, que con sus colores rojos parece encender toda la basílica.
Piensa que cuando recibió este encargo, ¡Tiziano tenía solamente 26 años! La obra es una explosión de color y acción. Muchos ilustres personajes que han visitado dei Frari a lo largo de los siglos han quedado entusiasmados por esta pintura. El escritor alemán Hermann Hesse incluso lo definió como "el cuadro de los cuadros". Sin embargo, aunque no te lo creas, los mismos frailes franciscanos, aturdidos por la magnitud revolucionaria de esta obra, ¡estuvieron a punto de rechazarla!
Aunque Tiziano crea un efecto dinámico que se asemeja a un vórtice, puedes fácilmente advertir que la escena se divide en tres partes distintas: la humana abajo, la de la intermediación en el centro y la divina en la parte superior. En la parte inferior se encuentran los Apóstoles, que, en lugar de asistir sosegados, gesticulan animadamente, levantando los brazos al cielo; en el centro se encuentra la Virgen, que hace de mediadora entre lo humano y lo divino, y sube al paraíso girando sobre sí misma, sostenida por una nube y rodeada de una multitud de ángeles. María tiene el rostro de una mujer común: el manto hinchado por un viento divino también le levanta la túnica, mostrando, sorprendentemente, su pie desnudo. Una intensa luz dorada envuelve toda la parte superior, donde un Padre Eterno, anciano pero vigoroso, se inclina hacia la Virgen. Con esta obra, Tiziano conquista de inmediato la cima de la escena artística: la Asunción es un hito en la historia del arte, por la poderosa energía de las figuras, los colores cálidos y suntuosos y el perfecto equilibrio compositivo, a pesar de la furia de los gestos y las poses.
CURIOSIDAD: entre las quejas que suscitó la Asunción en el momento de su inauguración estaba el escaso "decoro" de los Apóstoles: Tiziano explicó que había tomado como modelo a la ruda gente de mar de Chioggia, recordando que muchos de los primeros seguidores de Jesús eran, precisamente, pescadores.