Las Galerías de la Academia son una de las colecciones de obras de arte más bellas del mundo.
Tu viaje para descubrir el arte veneciano comienza con el puente de la Academia y continúa en la más importante pinacoteca de la ciudad. Es un museo extraordinariamente valioso, pero también frágil, que permite un número limitado de visitantes: en los periodos de mayor afluencia turística, podrías tener que esperar mucho tiempo antes de poder entrar a una sala, ¡pero te aseguro que vale la pena!
Durante muchos siglos, el único puente sobre el Gran Canal fue el de Rialto: los otros dos no llegaron hasta después de mediados del siglo XIX, indispensables y muy frecuentados, ambos fueron diseñados por un ingeniero ferroviario inglés. Se trata del Puente de los Descalzos, junto a la estación de tren, y el de la Academia, en el que al principio había que pagar un peaje. Inicialmente, el Puente de la Academia se construyó de hierro, pero luego fue reemplazado por una audaz estructura de madera, anunciada como "provisional", pero que en cambio se hizo definitiva, aunque reforzada.
Muy ancho, el Puente de la Academia te permite pasar directamente del distrito o barrio de San Marcos al de Dorsoduro, y viceversa. Atrae literalmente a millones de turistas, que siempre quedan fascinados por las vistas del tramo final del Gran Canal, sobre el que se curva la inconfundible cúpula de la iglesia de Santa María della Salute. Pero atención: en invierno está considerado como uno de los puntos más ventosos de Venecia.
CURIOSIDAD: no hagas tú también como muchos venecianos y turistas: ¡no ates un candado al puente! Hubo un momento en el que estos "candados del amor" llegaron a ser 20.000, y el Ayuntamiento tuvo que trabajar duro para eliminarlos, ya que comprometían la seguridad.