¡Murano es una de las localidades más hermosas de la laguna de Venecia!
Cuando tengas que elegir un recuerdo de Venecia (desde las costosas máscaras de cuero a las pequeñas góndolas de plástico), puedes además escoger entre un gran surtido de cristales: cuentas de colores, animalitos de vidrio soplado, joyas y objetos y decoraciones de todos los tamaños, frágiles y complejos. El cristal de Venecia, es decir, de Murano, es famoso en todo el mundo.
Pero ¿por qué precisamente Murano? Debes saber que hacia el año 1300, las fábricas de vidrio constituían un grave peligro para Venecia: hornos ardientes, fuegos siempre encendidos y vidrio líquido hirviente eran una amenaza constante para la ciudad, construida principalmente de madera. Para conjurar el peligro, se ordenó el traslado de la actividad de los vidrieros a una isla separada del centro urbano. Las fábricas de vidrio se concentraron a lo largo de uno de los canales, donde tal vez te encuentres ahora, llamado apropiadamente rio dei Vetrai. Este fue el inicio de la fortuna de esta localidad de la laguna, con una producción que todavía hoy supone miles de empleos. Si quieres saber más acerca de la historia y el desarrollo de este arte milenario y aprender a distinguir entre las piezas originales y las imitaciones producidas quién sabe dónde, no puedes dejar de visitar el rico museo del arte del vidrio, alojado en las salas del noble Palacio de los Obispos de Torcello, también conocido como Palacio Giustinian.
CURIOSIDAD: durante siglos, Murano ha sido también un destino de vacaciones muy apreciado por los nobles venecianos, que tenían la oportunidad de relajarse a poca distancia de la ciudad. Murano está construido sobre un grupo de siete islas (dos de ellas de origen artificial) y está atravesado en el centro por una especie de versión en miniatura del Gran Canal veneciano.