Y, por fin, has entrado en San Marcos. Busca un rincón tranquilo, tal vez alejándote de la entrada. Podrás apreciar enseguida la iluminación, que se ha renovado recientemente para resaltar el brillo único de esta basílica, que parece flotar entre el oro de los mosaicos y los colores de los mármoles antiguos.
Antes de avanzar, acostúmbrate poco a poco a los volúmenes y las luces, comienza a familiarizarte con la estructura inusual de esta iglesia, donde los motivos típicamente venecianos y occidentales se funden con elementos de la arquitectura oriental, bizantina y también árabe. Bajo el revestimiento brillante de los mosaicos puedes reconocer la forma redondeada de los poderosos arcos apoyados sobre sólidos pilares. Observa también, a media altura, el contraste con las finas balaustradas del matroneo, es decir, el balcón reservado en su tiempo para las mujeres.
Ten presente que los mosaicos más antiguos están dentro de las cinco cúpulas: aquí, las figuras de estilo bizantino parecen flotar en un océano de oro; los mosaicos más valiosos son los de la cúpula de Pentecostés, que es la primera al principio de la nave central. Reconocerás a los Apóstoles que predican inspirados por los rayos de luz procedentes de una paloma situada en el centro de la cúpula, símbolo del Espíritu Santo.
Ahora haz una pausa y ve al Baptisterio.
El Baptisterio, en el que te encuentras ahora, fue construido en el siglo XIV a partir de la modificación del atrio del lado derecho. En el centro te recomiendo la hermosa pila bautismal con cubierta y la estatua de San Juan Bautista de bronce. En las paredes puedes ver tumbas de antiguos dux, y en alto, sobre el revestimiento de losas de mármol, mosaicos de diferentes épocas. Aquí puedes entretenerte tratando de reconocer los estilos, que van desde las escenas más antiguas y místicas, de influencia bizantina, hasta los de época renacentista.
Ahora haz una pausa y ve al altar mayor.
Acompañado por las ondulaciones del suelo, has llegado al centro místico de la basílica. Un recinto dominado por hermosas estatuas del siglo XIV protege la zona del altar mayor, donde entre cuatro extraordinarias columnas de alabastro enteramente esculpidas, habrás llegado por fin junto a las ¡valiosas reliquias de San Marcos!
CURIOSIDAD: detrás del altar mayor no te olvides de ir a ver la increíble "Pala d'Oro", uno de los más famosos tesoros artísticos de la basílica. Piensa que esta gigantesca joya, realizada por orfebres venecianos del siglo XIV, ¡tiene más de 2.500 piedras preciosas!