La Torre del Reloj, en el lado izquierdo de la plaza de San Marcos, mirando a la iglesia, es uno de los símbolos más conocidos de Venecia, y tú tampoco podrás evitar quedar fascinado ante el ingenioso sistema mecánico que hace mover los célebres Mori, las dos estatuas que dan las horas.
La torre, que como ves interrumpe el largo edificio de las Procuratie, se encuentra justo en la entrada delle Mercerie, que conduce al Rialto. Fue mandada construir a finales del siglo XV por el Senado de la República para albergar precisamente el nuevo reloj, que fue realizado por un artesano de Reggio Emilia.
Las dos estatuas de bronce que dan las horas tienen el sobrenombre de "Mori", por el color oscuro del metal, y se encuentran en la terraza de la parte superior del edificio. Los gigantescos autómatas tienen el cuerpo articulado a la altura de la cintura, para poder efectuar el giro del torso necesario para su movimiento. Las estatuas se realizaron acentuando las dimensiones de las masas y con un diseño deliberadamente cargado, de manera que permiten distinguir su silueta incluso a gran distancia. La campana está coronada por una esfera dorada y una cruz, y fue realizada por un tal Simeone, del que aún puedes distinguir su firma en el bronce.
La esfera del reloj está pintada y dorada e indica las horas, las fases lunares y el movimiento aparente del sol en el zodiaco. Los signos dorados sobre fondo azul intenso destacan por su tamaño y su precisión: una solución altamente eficaz que luego fue replicada en la torre del reloj de Padua. Por encima de la esfera observarás una pequeña terraza semicircular con un nicho en el que está colocada una Virgen con el Niño de bronce dorado; a los lados hay dos pequeñas ventanas en las que se indican las horas. Si estás en Venecia durante la semana de la Epifanía y la Ascensión, no puedes perderte el espectáculo de los Reyes Magos, que cada hora salen por la puerta del lado izquierdo precedidos por un ángel, se inclinan ante la imagen de la Virgen y luego vuelven a entrar por la puerta opuesta.
CURIOSIDAD: los dos moros que golpean la campana son similares pero no idénticos. Uno tiene barba y se llama "El Viejo", y el otro, sin barba, "El Joven". El Viejo da las horas dos minutos antes de la hora exacta, representando el tiempo pasado, mientras que el Joven las da dos minutos más tarde, simbolizando el tiempo por venir.