VENECIA INTRODUCCIÓN, Introducción
Idioma: español
En ninguna ciudad sentirás que has viajado al pasado como en Venecia. No verás prácticamente ningún edificio moderno, ni siquiera coches: Venecia no tiene calles para los medios de transporte, sino canales por los que navegan barcos, botes y las famosas góndolas.
Es una ciudad única en el mundo. Se construyó completamente sobre el mar, sobre pilotes de madera: edificios, plazas y calles se apoyan sobre estacas, en su mayoría intactas desde hace siglos, que penetran en el agua, fango y arena hasta que topan con rocas o un terreno más compacto.
El mar que se insinúa entre los canales aumenta la belleza de Venecia, y refleja las fachadas de los magníficos edificios medievales, que parecen brotar del agua.
Al pasear por sus silenciosas calli, como se llaman aquí los callejones, donde cada casa, piedra o muro tiene una historia centenaria, o al atravesar el Puente de los Suspiros o los otros cientos de puentes que atraviesan los canales, te quedarás asombrado y con la sensación de que el tiempo se ha congelado.
Quizás te sorprenda el lujo de edificios e iglesias, pero debes saber que, a pesar de su pequeño tamaño, Venecia era una ciudad riquísima. Era una de las cuatro Repúblicas Marítimas y dominó el mar Adriático durante más de dos siglos, desde el siglo XII hasta mediados del XIV. A finales del siglo XIII, era la ciudad más rica del mundo y tenía una flota que se consideraba invencible, con 3.300 naves y 36.000 marineros a bordo.
Además, durante ese período, Venecia era la entrada de las mercancías que venían primero del Imperio Bizantino y, después, del otomano. Como podrás observar en la original arquitectura de numerosos monumentos, como la Catedral de San Marco, los gustos orientales influyeron profundamente en la ciudad, creando un estilo propio que la hace aún más inolvidable.
Curiosidad: ¿sabes cuántos puentes hay en Venecia? ¡Nada más y nada menos que 417! 72 de ellos son privados. Se cuentan 300 puentes de piedra, 60 de hierro y, los 57 restantes, de madera.
Prepárate para visitar las maravillas de esta fabulosa ciudad.
Te deseamos una feliz estancia.
