Gustave Courbet, uno de los pintores más grandes del siglo XIX, es uno de los que más influencia tuvo en la cultura de su tiempo. De hecho, el artista francés fue el principal exponente del realismo pictórico y el que acuñó el término realismo.
Nacido en 1819 y fallecido en 1877, Courbet no solo ha inspirado a pintores como Édouard Manet o Cézanne, sino también a escritores, poetas y dramaturgos. De hecho, primero retrató la realidad sin ocultar nada, en paisajes, retratos, escenas de acontecimientos históricos o en desnudos, a menudo favoreciendo entre sus protagonistas al pueblo y a los pobres, para poner de manifiesto cómo vivían.
Las pinturas de Courbet alcanzan su objetivo a través de la espontaneidad de los sujetos y las acciones representadas, como se puede ver claramente en la obra titulada Gitana pensativa, pintada en 1869, cuando Courbet ya era un pintor consagrado.
Por la mirada cabizbaja de la joven gitana y por la forma en que se toca el cabello, como si estuviera pensativa, se advierte fácilmente que la chica no está posando, como suele ocurrir con los retratos, sino que parece que el pintor la hubiera retratado como si la estuviera espiando, sin descuidar su sensualidad, que se refleja en su pecho casi descubierto.
Ahora pon el audio en pausa y dirígete hacia la famosa pintura de 1858 titulada Desnuda durmiendo.
Aquí, Courbet retrata a una mujer desnuda mientras duerme, apenas cubierta con una sábana, como si el pintor se hubiera colado en su habitación. Por esta característica, además de por el realismo de los detalles, sus pinturas se consideraban escandalosas.
En la sala puedes ver otras dos obras de Courbet. Caballo en el establo, de 1873, que representa no solo al animal, sino también al humilde mozo de cuadra, subrayando que estos eran los temas favoritos del pintor francés, y Las olas, pintada alrededor de 1869 en el Canal de la Mancha, protagonista de numerosos cuadros de Courbet. Fíjate en el virtuosismo del artista en la veracidad de las enormes olas que se levantan y rompen contra las rocas.
Curiosidad: si te acercas a los lienzos de Courbet notarás que, en algunos casos, la pintura es muy gruesa. De hecho, el artista solía aplicar el color con la espátula y no con el pincel, una técnica que luego adoptaron algunos impresionistas.