Los Jardines de Kensington forman un conjunto con Hyde Park, a pesar de que estén separados desde el punto de vista administrativo, y como Hyde Park, tienen una organización propia del siglo XVIII. Seguramente te recordarán a la figura de Peter Pan, el personaje literario que desde su aparición en 1902 ha gozado de fama mundial gracias a las películas, dibujos animados y espectáculos musicales que ha inspirado. Puedes ver su estatua en la orilla del Long Water, que divide Hyde Park de los Jardines de Kensington.
En el centro de los jardines puedes ver un estanque redondo, llamado Round Pond, que data de la primera mitad del siglo XVIII. A medida que te acerques al Palacio Real de Kensington encontrarás varias estatuas de monarcas ingleses, entre ellos la reina Victoria, que nació aquí y a la que siempre le gustaron estos jardines y el barrio que los rodea. En el extremo meridional del jardín reconocerás a simple vista el baldaquino neogótico del Albert Memorial, erigido por Victoria en recuerdo de su amado consorte Alberto, que la dejó viuda a los 42 años. Si te acercas a su silueta esbelta y rematada por una aguja puntiaguda, descubrirás la increíble riqueza de su decoración, con cientos de figuras esculpidas. Piensa que, durante la Segunda Guerra Mundial, la estatua del rey se recubrió con una capa negra para evitar que sus dorados se convirtieran en un blanco fácil para los bombardeos aéreos.
Detrás del Albert Memorial puedes recorrer el Flower Walk, paseo recto entre parterres de flores, y luego tomar por el Broad Walk, un paseo de quince metros de ancho desde donde puedes disfrutar de las mejores vistas del palacio y del interior de los jardines reales.
Aunque algunas partes del Palacio de Kensington están todavía habitadas por miembros de la familia real, puedes visitar su parte más significativa. Construido a finales del XVII, ha estado habitado por los reyes ingleses hasta el traslado al Palacio de Buckingham. En su interior puedes encontrar muchas salas suntuosas, y en la King's Gallery puedes admirar excelentes pinturas del siglo XVII o soñar con la colección de vestidos de ceremonia de reinas y princesas desde mediados del siglo XVIII hasta hoy, incluidos doce de lady Diana. No te pierdas el hermoso Orangerie, el invernadero para árboles de cítricos, con su elegante salón de té.
CURIOSIDAD: ¿Tienes un alma romántica? Pues que sepas que puedes escribir una dedicatoria amorosa en un banco de Hyde Park, ¡en cuya madera se quedará grabada durante mucho tiempo!