Debes saber que el palacio real lleva el nombre del duque de Buckingham, que a principios del siglo XVIII construyó una sencilla residencia de ladrillo rojo. En 1762 fue adquirido por el rey Jorge III como residencia para su consorte, la reina Carlota, que lo enriqueció con muebles y obras de arte procedentes de otros palacios reales. Pero fue su sucesor Jorge IV el que lo transformó en residencia oficial de la familia real, que antes vivía en el Palacio de Saint James. De la reforma neoclásica queda la parte posterior, que da hacia los jardines, y la bella fachada interior con pórtico y galería. La reina Victoria mandó cerrar a continuación el jardín con las dos alas laterales, para aumentar el número de salas. Por último, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la parte delante se reestructuró por completo.
Como puedes ver, el palacio tiene un cuerpo central ligeramente avanzado, y tiene a los lados dos fachadas simétricas. En el centro, sobre el arco de acceso al patio, puedes ver el balcón al que se asoma la familia real, coronado por el mástil con el "Royal Standard", la bandera oficial.
Entre aposentos privados, cuartos de servicio y salones de recepción, el Palacio de Buckingham cuenta con más de setecientas habitaciones; si estás en Londres en agosto y septiembre puedes visitar una veintena de ellas, las llamadas State Rooms. La idea de abrirlas al público fue de la reina, que quería recaudar fondos para restaurar el castillo de Windsor, dañado por un incendio en el 93. Las State Rooms dan a los jardines; entre ellas están el salón azul, el salón blanco, la sala de banquetes y la sala de música. En la galería se exponen algunas obras maestras de la colección privada de la familia real, incluida la mayor colección del mundo de pinturas de Canaletto. En el actual Salón del Trono, decorado con tapicerías de color rojo con estucos blancos y rosas doradas, verás los dos tronos gemelos realizados para la coronación de la reina Isabel II en 1953.
Por otra parte, puedes visitar durante todo el año las caballerizas neoclásicas, donde se aparcan las carrozas y los automóviles de la corte, y la Queen's Gallery, donde se organizan exposiciones temporales para exhibir las obras de las colecciones reales.
CURIOSIDAD: hace unos años se construyó un búnker en el palacio ante el peligro del terrorismo islamista. El Sunday Times escribió que el búnker les había salido caro a los británicos: ¡un millón de libras!
