Y ahora puedes dedicarte al plato fuerte de la colección: las pinturas de William Hogarth, al que se dedica una pequeña sala independiente y separada.
Fundador de la escuela pictórica inglesa del siglo XVIII, Hogarth es uno de los artistas más originales y mordaces de la historia, autor de escenas satíricas que encontrarás de una sorprendente modernidad. Aquí puedes contemplar los dos ciclos de lienzos que están considerados como sus obras maestras: las cuatro escenas que ilustran las intrigas de una campaña electoral y en especial los ocho episodios del Rake's progress, o "Vida de un libertino", que datan de la primera mitad del siglo XVIII. Hogarth se muestra aquí como un narrador mordaz, irónico y sobre todo independiente, libre de cualquier sujeción, prejuicio o modelo.
Te describiré uno a uno estos cuadros de tamaño relativamente pequeño, pero repletos de detalles: te sugiero que los estudies durante un buen rato, tratando de descubrir sus secretos más extraños.
Gran amante del teatro, el pintor inglés construye un verdadero drama en ocho escenas, dotando a los personajes principales de un nombre y una personalidad reconocibles. El coleccionista compró toda la serie por 598 libras y 10 chelines, casi cien menos de lo que había pagado el anterior propietario, un austero coronel probablemente perturbado por su contenido escandaloso.
Comencemos con la primera escena, titulada La herencia. El protagonista es el joven Tom Rakewell, cuyo nombre ya te da a entender su personalidad: rake significa "libertino", pero también "saquear". El joven se acaba de quedar huérfano de padre, que era rico y muy avaro, capaz de esconder monedas de oro incluso entre la escayola del techo, en el que un servidor está colgando las veladuras fúnebres. En cada detalle de la habitación puedes entretenerte buscando señales de la avaricia del difunto: desde el armario con las viejas botas a las velas de la chimenea consumidas hasta el final, y desde el esquelético gato de la casa a la avalancha de papeleo legal que satura el desvencijado escritorio.
Mientras un meticuloso sastre toma las medidas del joven para un traje nuevo y un administrador roba algunas monedas, en la puerta aparece llorando la joven Sarah Young, acompañada de su furiosa madre. Tom la había dejado embarazada, prometiéndole que se casaría. El joven le ofrece, con gesto torpe, un puñado de monedas como compensación.
CURIOSIDAD: en 1735 se promulgó una ley llamada "Ley Hogarth", que establecía la prohibición de copiar y revender obras de un autor sin su consentimiento. ¡Se puede decir que fue Hogarth el que inventó los derechos de autor!