Puedes utilizar el metro de Londres sin interrupción durante todo el año, con una sola excepción: el día de Navidad. Recientemente, el servicio de las líneas Central y Victoria se ha ampliado a las veinticuatro horas del día durante los fines de semana.
Son más de mil millones las entradas registradas cada año en la red del Underground: si tenemos en cuenta los viajeros individuales, entre residentes, turistas y cercanías, se llega a unos veintiocho millones de personas. Con estas cifras, como puedes imaginar, es muy probable que encuentres el metro atestado de gente. En casos especiales de acontecimientos populares, como partidos de fútbol o eventos musicales, ciertas estaciones incluso se cierran, para evitar el riesgo de estampidas. Piensa que en las horas punta se llega a registrar la enorme densidad de cuatro personas por metro cuadrado.
El metro es famoso por su eficiencia y puntualidad: en el caso improbable de que se retrase más de un cuarto de hora, debes saber que tienes derecho al reembolso del billete, que por otro lado es bastante caro.
Estaciones y vagones no tienen especiales características estéticas, como sucede en otras ciudades: como compensación, los gráficos son una absoluta obra maestra, y se han estudiado e imitado durante más de un siglo como modelo de claridad y legibilidad.
El símbolo inconfundible del metro es la escarapela, el cartel indicador con el nombre de la estación, compuesto por un vistoso círculo rojo atravesado por una barra azul con la inscripción en blanco, es decir, los colores de la bandera nacional. El símbolo se diseñó a principios del siglo XX, y en un primer momento en la barra central sólo estaba escrita la palabra "Underground". Fue el artesano Edward Johnston el que diseñó expresamente los caracteres tipográficos, que llevan su nombre, para escribir el título de cada estación.
Hablando de gráficos, al ramificarse las líneas y las estaciones se hizo cada vez más difícil orientarse. En 1933 se introdujo una simplificación esquemática de las líneas que utilizaba colores para identificar de un vistazo los recorridos, y que distorsionaba ligeramente la precisión topográfica para obtener una mayor visibilidad. La escarapela, los caracteres Johnston y el plano diseñado por Beck siguen conformando a día de hoy la imagen gráfica conjunta del popular e indispensable Tube.
CURIOSIDAD: las líneas del metro de Londres están equipadas con conexión wifi, pero no se puede utilizar el teléfono, por problemas técnicos que aún no se han resuelto.