El interior de la catedral es aún más espectacular que el exterior. El suelo, las paredes, los arcos y los enormes pilares están maravillosamente decorados con catorce tipos de mármol y 43 tipos de piedras duras, como jaspe, malaquita, lazurita y pórfido. También hay bajorrelieves, estucos dorados, frescos y 600 metros cuadrados de mosaicos realizados por más de 200 artistas. Se utilizaron más de 400 kg de oro, 1 000 toneladas de bronce y 16 toneladas de malaquita.
Si levantas la vista hacia el interior de la gran cúpula, quedarás fascinado ante el enorme cuadro de Karl Briullov llamado La Virgen Gloriosa, que cubre más de 800 metros cuadrados y representa a la Virgen rodeada de santos y ángeles. En el centro de la cúpula cuelga una paloma de bronce en color plata, símbolo del Espíritu Santo y de la paz. Más abajo, las paredes están pintadas con imágenes de los apóstoles y de los evangelistas.
Mira a tu alrededor y observa las esculturas doradas de la Catedral; son el primer ejemplo del uso de la técnica de la galvanoplastia, que permitió fundir estatuas de metal vacías en su interior y, por tanto, especialmente ligeras. Esta técnica la inventó el físico prusiano Morititz Hermann Jacobi aquí, en San Petersburgo.
Ahora pon el audio en pausa y vuelve a reproducirlo cuando estés cerca del altar mayor.
Tienes frente a ti una obra maestra maravillosa. Es el resultado del cruce de diferentes tradiciones artísticas, decorado con diez columnas de malaquita verde y dos de lazurita azul y dividido en tres niveles: dos inferiores con iconos dorados y la parte superior pintada de colores vivos.
Las magníficas puertas reales del altar, hechas de bronce dorado y con un peso de cinco toneladas, también son impresionantes. Sobre el arco se puede ver una escultura de oro titulada Cristo en Majestad o Cristo en Gloria, y un icono de mosaico que representa La Última Cena, influenciado por el fresco homónimo de Leonardo da Vinci.
Curiosidad: durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes ocuparon la ciudad durante casi dos años y medio y utilizaron la catedral como refugio antiaéreo, ya que se consideraba el edificio más sólido de la ciudad debido, entre otras cosas, a su resistente cúpula.