HERMITAGE

En esta sala, dedicada por completo a Henri Matisse, se encuentra una magnífica colección de casi cuarenta obras de uno de los artistas más famosos del siglo XX.

Si ya has visto los cuadros de Gauguin, enseguida te darás cuenta de la influencia que el artista tuvo en el estilo de Matisse. No solo encontramos en sus pinturas el infantilismo y el primitivismo de las obras de su predecesor, sino también la planitud de las figuras y el uso del color. Matisse, sin embargo, prefería los colores vivos, intensos y fuertes, y fue mucho más allá que Gauguin, quien, a su manera, siguió representando la realidad, aunque de una forma original.

Aquí te indico algunas de sus obras más interesantes:

Busca la obra titulada Café árabe.

La realizó durante sus estancias en Marruecos y revela la influencia de Gauguin en la búsqueda de temas exóticos. En la obra, en un espacio muy plano y con pocas líneas, el artista logró captar la serena atmósfera de una perezosa tarde en un café árabe.

Ahora pon el audio en pausa y busca la obra titulada La habitación roja.

Esta famosa obra de 1908 es un ejemplo de la predilección de Matisse por los colores vivos. Se trata de un lienzo decorativo y bastante enigmático en el que el papel pintado parece tragarse todo inundando la mesa, sobre la que hay objetos como frutas, jarrones y candelabros.

Ahora pon el audio en pausa y busca la obra más famosa del artista expuesta aquí en el Hermitage; es, sin duda, La danza.

Esta obra, de 1910, se caracteriza por el uso evocador de colores y formas estilizadas, que han dado lugar a un nuevo lenguaje artístico. Junto con la obra La Música, que también se encuentra en este museo, se trata de la primera gran obra de Matisse en destacar exclusivamente la relación entre sus elementos en lugar de la temática. En la obra La Danza aparecen cinco figuras bailando en círculo. Su intenso color naranja contrasta con el fondo verde de la tierra y el azul intenso del cielo. Representa la unión del ser humano con el cielo y la tierra. En su aparente simplicidad, nada es superfluo sobre el lienzo.

Curiosidad: La danza y La música fueron un encargo del magnate ruso Sergei Shchukin para decorar la escalera de caracol de su palacio en Moscú. Sin embargo, después de la revolución, muchas de las obras de su colección fueron confiscadas y terminaron en el Hermitage.