San Petersburgo es una ciudad grande ideal para degustar los platos típicos de la cocina rusa.
La mayoría de las recetas que puedes probar son muy populares en todo el país, pero puedes encontrar un número infinito de variaciones. El yogur y la crema agria son algunos de los acompañamientos clásicos que se usan para dar un toque especial a cualquier plato.
Entre los aperitivos, se encuentran las Blini, unas pequeñas y sabrosas tortitas que casan a la perfección con salmón ahumado y caviar, y los Zakuski, una mezcla de aperitivos de caviar, pescado ahumado, encurtidos, carne salada o arenque.
El plato más popular es la sopa, caliente o fría, a base de carne o pescado y siempre ricas en verduras y especias. Aunque la principal es la Borsch, elaborada con remolacha, también puedes probar la Solyanka, una sabrosa sopa con pepinillos en escabeche que tiene sabor agridulce y puede ser de carne, pescado o champiñones.
El plato ideal para el verano es la Okrochka, una sopa de verduras cocidas y crudas, a veces enriquecida con carne, que se sirve fría. Esta sopa se prepara con un ingrediente muy especial: el Kvass, una bebida alcohólica obtenida de la fermentación del pan de centeno.
¿Quieres probar otro ingrediente realmente interesante? Si es así, te recomiendo la sopa Kharcho, preparada con puré de mirabolano, una variedad particular de ciruelas. Se hace con arroz y carne de res, cordero o ganso.
Una alternativa a las sopas son los Pelmeni, raviolis rellenos de carne, cocinados en caldo, fritos o con diversas salsas.
En cuanto a los platos fuertes, la especialidad por excelencia de San Petersburgo es el Stróganov de Carne de Res, un filete cortado en tiras y cocido con crema fermentada, cebolla y champiñones. Charles Briere, el chef del Conde Stróganov, inventó este plato en 1891.
También son típicos de la ciudad los Koryushka, pequeños pescados fritos procedentes del río Nevá.
Por último, te recomiendo que pruebes uno de los postres más típicos: el Kissel, una gelatina suave hecha con frutos rojos como moras, fresas o arándanos, servida con fruta fresca.
Curiosidad: el Kissel es un dulce antiguo que data de hace casi mil años. Seguramente hoy en día esté más bueno pues, en aquellos tiempos, se obtenía de la fermentación de avena o de guisantes.
¡Que aproveche!