La Iglesia de los Capuchinos en Viena, oficialmente conocida como la Iglesia de Santa María de los Ángeles, es un importante lugar de culto y uno de los monumentos más famosos de la ciudad, especialmente conocida por la Cripta Imperial, el lugar de enterramiento de la familia de los Habsburgo. Situada en el centro histórico de Viena, cerca del palacio imperial de Hofburg, la iglesia representa un punto de gran interés histórico y cultural.
La iglesia fue construida en el siglo XVII, por orden de la emperatriz Ana de Austria, esposa del emperador Matías. La construcción comenzó en 1622 y se completó en 1633. La arquitectura de la iglesia es sobria y austera, reflejando los principios de simplicidad y pobreza típicos de la Orden de los Capuchinos.
La Iglesia de los Capuchinos es famosa principalmente por la Cripta Imperial, también conocida como Kapuzinergruft, que se encuentra debajo de la iglesia. Esta cripta es el lugar de enterramiento de numerosos miembros de la dinastía de los Habsburgo, comenzando con la emperatriz Ana y el emperador Matías, quienes fueron los primeros en ser enterrados aquí en 1633. Desde entonces, la cripta se ha convertido en el lugar de enterramiento principal de los Habsburgo, albergando los restos de 12 emperadores, 19 emperatrices y muchas otras figuras de la familia real.
Entre los enterramientos más famosos en la cripta se encuentran los de María Teresa, la gran emperatriz reformadora, y su esposo Francisco I de Lorena. Sus tumbas, imponentes y decoradas con ricos detalles barrocos, son de las más visitadas. El emperador Francisco José I, la emperatriz Isabel (Sissi) y su hijo, el príncipe heredero Rodolfo, también están enterrados en la cripta.
La Cripta Imperial está organizada en nueve cámaras principales, cada una de las cuales refleja diferentes épocas y estilos arquitectónicos. Las tumbas varían desde simples sarcófagos hasta monumentos elaborados, testimoniando las diferentes fases históricas y los estilos artísticos que se han sucedido a lo largo de los siglos.
La Iglesia de los Capuchinos no es solo un lugar de memoria para la familia de los Habsburgo, sino también un lugar de culto activo y una comunidad viva de frailes capuchinos. La sobria belleza de la iglesia, unida a la rica historia de la cripta, hace de este lugar un destino fascinante para los visitantes interesados en la historia y la cultura de Austria.