La principal característica del templo es la elegante sencillez de la madera oscura del que está construido. Los magníficos techos inclinados, con abundantes elementos finamente tallados, están decorados con detalles dorados.
El gran monasterio se desarrolla principalmente alrededor de tres patios situados uno tras otro. Al primero llega a través de la Puerta de la Montaña.
Tan pronto como cruces la entrada, te dará la bienvenida el magnífico Jardín del Loto, un patio con cuatro pequeños lagos en los que flotan flores de loto y nenúfares. El loto es muy importante en la cultura budista porque representa la pureza. A los lados del patio hay pórticos cubiertos y en todas partes hay una gran variedad de macetas con bonsáis y flores.
Ahora, pon el audio en pausa, cruza el patio y vuelve a reproducirlo cuando llegues al Salón de los Reyes Celestiales.
En el centro de esta sala se puede ver la estatua de Buda, sentado sobre un altar, rodeado de esculturas que representan a los Reyes Celestiales, es decir, los cuatro puntos cardinales que protegen al templo del mal.
Pon el audio en pausa mientras admiras este entorno y vuelve a reproducirlo cuando estés listo para salir.
A la salida, se accede al segundo patio alrededor del cual se observan cinco habitaciones. A la derecha hay dos salas, dedicadas a algunos bodhisattva, de los que te he hablado en el archivo anterior, una con un campanario y la otra que alberga una representación particular del «Buda de la medicina». A la izquierda, otras dos salas albergan las estatuas de Jia Lan, el «guardián» de las enseñanzas de Buda, y de la diosa de la misericordia Kwun Yam.
Ahora, pon el audio en pausa y dirígete a la sala principal del templo, al final del patio.
Aquí encontrarás cinco estatuas doradas: en el centro puedes ver a Buda, representado sentado, flanqueado por cuatro bodhisattva, dos de pie y dos sentados.
La construcción de esta sala requirió técnicas especiales para poder distribuir el enorme peso del techo de 176 toneladas, compuesto por 28.000 tejas de arcilla, sobre las 28 columnas de madera de cedro.
Más allá de esta extraordinaria estructura hay un tercer patio alrededor del cual hay tres habitaciones y la pagoda de los Diez Mil Budas, pero desafortunadamente no está abierto al público; tendrás que conformarte con imaginarte lo maravilloso que es.
Curiosidad: ¿sabes por qué en China la imagen del Dragón es recurrente en los edificios sagrados? Porque es un símbolo de sabiduría, poder y suerte.