TEMPLO MAN MO, Templo Lit Shing Y Kung So Assembly Hall
Idioma: español
A diferencia del Templo Man Mo, que está dedicado exclusivamente a los dioses taoístas, en el Templo Lit Shing conviven en armonía el culto taoísta y el budista. En su interior hay estatuas que representan a dioses de ambas religiones. Reconocerás fácilmente a las estatuas doradas de Buda.
Los fieles ofrecen a los dioses fruta o incienso, normalmente en forma de paquetes hechos de largos palos que sostienen en sus manos mientras oran y luego depositan en grandes recipientes de oro.
Al final de la oración, se toca repetidamente un gong para llamar la atención de los dioses.
Ahora pon el audio en pausa y entra en la tercera y última sala.
En época colonial, el Kung So Assembly Hall fue durante muchísimo tiempo un lugar clave para resolver disputas privadas entre los habitantes chinos de Hong Kong. Todos los asuntos que se trataban en esta sala y las decisiones que se tomaban eran sagradas para los contendientes y también para el gobierno británico.
Cuando se llegaba a un veredicto, se escribía en un documento en el que también se indicaba el castigo que se aplicaría a quien rompiera el pacto. Para que la decisión fuera sagrada, se sacrificaba un gallo en nombre de los dioses y se colocaba su sangre sobre el papel que luego se quemaba.
Dado que los fieles estaban muy apegados al juicio divino, rara vez incumplían los pactos.
Cerca del Templo de Man Mo también te recomiendo la Pak Sing Ancestral Hall, que data de la misma época, un entorno sencillo y austero de gran valor para la población de la época. Muchos inmigrantes chinos que vivían en Hong Kong querían que los enterraran en sus territorios de origen. En este edificio se guardaban los cadáveres a la espera de ser repatriados, mientras que los que no podían pagar los gastos de transporte se quedaban. Aún hoy, un altar atestigua su existencia con más de 3.000 placas que dejaron las familias.
Curiosidad: la Pak Sing Ancestral Hall, además de ser un depósito de cadáveres, acogía a la población local que, en el siglo XIX, prefería acudir a médicos chinos, que practicaban la medicina tradicional, en lugar de ser atendidos por médicos occidentales.
