El Templo Sik Sik Sik Yuen Wong Tai Sin es uno de los más importantes de Hong Kong, y en él conviven tres religiones: budismo, taoísmo y confucianismo.
Quizás te preguntes qué significa el nombre de este lugar de culto: la primera parte, Sik Sik Yuen, es el nombre de la organización religiosa que se ocupa del templo, mientras que Wong Tai Sin es el nombre del Maestro del que toma su nombre.
Esta zona, que abrió sus puertas en 1956, se construyó en 1921 y se fue ampliando poco a poco con nuevos edificios.
En este lugar, que cubre un área de unos 18.000 metros cuadrados, encontrarás diferentes estructuras, de diferentes formas y tamaños, todas lujosamente decoradas y de colores vivos, y numerosas esculturas entre las cuales reconocerás los 12 signos del zodíaco chino. Algunas estructuras representan los cinco elementos considerados fundamentales por las tres religiones: el Pabellón de Bronce, el metal; el Salón de los Archivos, la madera; el Santuario Yue Heung, el fuego; la fuente Yuk Yik, el agua y el Muro de los nueve Dragones, la tierra.
Ahora pon el audio en pausa y dirígete a la sala principal del templo.
Aquí, sobre un precioso altar bellamente decorado, se conserva el retrato de Wong Tai Sin. En el reverso de la estructura, una suntuosa escultura dorada cuenta la historia de las «ocho fases de la Iluminación» del Maestro. Junto a este altar se puede ver otro con la escultura del Rey Mono, guardián protector de Wong Tai Sin.
Después de esta sala, visita el templo con calma.
Todos los pabellones son verdaderas obras maestras, coloridos, vivos y lujosamente decorados. Entre ellos destaca uno muy particular, diferente a los demás: es el Pabellón de Bronce, completamente cubierto de azulejos de bronce que le confieren su característico color oscuro. Acércate y observa de cerca los abundantes y finos detalles de las paredes exteriores, increíblemente encantadoras.
Por último, te recomiendo una de las zonas más evocadoras, ideal para relajarse y dar un agradable paseo: el maravilloso Good Wish Garden.
Me despido con una curiosidad: aquí muchos creyentes oran y realizan rituales para que sus deseos se hagan realidad. Los rituales suelen terminar con las predicciones de un adivino, cuyos servicios son de pago.