Tu paseo para descubrir el Barri Gòtic sólo puede comenzar en la plaça de la Seu, la plaza de la Catedral dedicada a Santa Eulalia, patrona de la ciudad.
Para ver la Catedral desde el exterior, elige el carrer del Bisbe, la calle del Obispo, que se corresponde con la vía principal de la antigua ciudad romana. Recorriendo esta calle pasarás delante de dos edificios góticos: las Cases dels Canonges y el Palau de la Generalitat, conectados por un hermoso puente de arcos neogótico. Has llegado a la plaça de Sant Jaume, que debe su nombre a una iglesia dedicada a Santiago hoy desaparecida. Aquí se levantan el Palau de la Generalitat, sede del gobierno regional, y el Ayuntamiento.
Adéntrate en el barrio judío por el carrer del Call y gira a la derecha en el carrer de Marlet, para visitar la Sinagoga Major, una de las cinco sinagogas medievales de España, transformada en 2002 en museo y centro cultural. Disfruta deambulando por los callejones sombríos y tranquilos del barrio: la Barcelona deslumbrante de las ramblas, la ciudad modernista y en perpetuo movimiento, parece muy lejana.
Ahora haz una pausa y ve a la plaça del Pi.
Si en cambio quieres continuar el paso dale la vuelta a la iglesia y ve a la bella plaça de Sant Josep Oriol. Es uno de los más preciosos rincones de la ciudad vieja, con bares, cafeterías y veladores: el lugar ideal para hacer una pausa. Luego tomar por el carrer d'en Rauric hasta el carrer de Ferran, que no es medieval sino decimonónico.
Tu itinerario a pie puede terminar en la noble plaça Reial, con sus enormes pórticos y sus esbeltas palmeras que destacan contra las fachadas decimonónicas de los edificios.
CURIOSIDAD: en el barrio judío del Call, las calles son tan estrechas que se dice que es posible conectar las paredes de los edificios con un simple pañuelo: ¡haz la prueba! Su nombre proviene de la palabra hebrea "qahal", que significa reunión.