Tras los pasos de los grandes campeones puedes recorrer, no sólo virtualmente sino también en la realidad, el túnel que conduce al campo de juego, y ¡puedes imaginar a los miles de aficionados esperando para darte la bienvenida! Desde aquí la vista del estadio es realmente impresionante: incluso cuando están vacías, las gradas parecen caer sobre el terreno de juego. Al acercarte a los banquillos puedes identificarte fácilmente con el entrenador, mientras evalúa la estrategia a adoptar en un gran partido.
Tu itinerario en el Camp Nou continúa en la sala de prensa, que puede alojar a más de un centenar de periodistas en las conferencias antes y después de los partidos. También puedes visitar el área reservada para las entrevistas, que quizás hayas visto infinidad de veces en las noticias deportivas. Si quieres sentirte como un verdadero invitado de honor, sube rápidamente a contemplar la inmensa vista del campo desde la tribuna presidencial, si en cambio prefieres imaginarte mientras comentas una final de Champions League, puedes entrar en la tribuna de prensa, cerrada a 35 metros sobre el terreno de juego.
Pero ahora haz una pausa y ve al Museo del Fútbol Club Barcelona.
Te encuentras en el museo más visitado de la ciudad, ¡con cerca de un millón doscientos mil visitantes al año! El recorrido se divide en tres secciones: la primera te hace revivir la historia del club desde 1899, año de su fundación por parte de Hans Gamper, empresario suizo naturalizado español. En su larga historia, el Fútbol Club Barcelona ha conquistado numerosos trofeos, que se muestran en las vitrinas. En la segunda parte puedes admirar recuerdos deportivos y obras de arte, mientras que la tercera está dedicada a exposiciones temporales. Al término del recorrido entenderás por qué, como dicen sus propios aficionados, el Barcelona es "més que un club " (más que un club).
CURIOSIDAD: ¿sabe por qué a los aficionados del Barcelona se les llama culés? Antes de la construcción del Camp Nou, a principios del siglo pasado, los partidos se jugaban en un estadio muy pequeño, con una capacidad máxima de aproximadamente 6.000 localidades. En los partidos importantes, los aficionados, demasiado numerosos, acababan sentándose incluso sobre las paredes exteriores, ¡mostrando sus traseros (en catalán culers) a los transeúntes!
Idioma: español