En este "pueblo español", construido en una superficie de unos 49.000 metros cuadrados, puedes admirar 117 monumentos y edificios que reproducen a escala real, no reducida, los de 15 regiones de España. Este auténtico museo arquitectónico fue creado en 1929 para mostrar al mundo la variedad de estilos artísticos del país, con motivo de la Exposición Universal.
En la España en miniatura del Poble Espanyol podrás pasear por las calles blancas y estrechas de Andalucía, admirar las casas de piedra y las torres de Aragón, ver ejemplos del prerrománico de Asturias o visitar un monasterio románico catalán.
Entras atravesando la Puerta de San Vicente, una copia de la que se abre en las murallas de la ciudad castellana de Ávila, y te encuentras en la plaça Castellana. Esta zona está dedicada a las regiones del centro y el oeste, especialmente a Extremadura, con reconstrucciones de los palacios señoriales de las ciudades de Cáceres y Plasencia.
En la plaça Mayor puedes admirar edificios de distintas regiones, desde Asturias a Cantabria, pasando por Castilla y León y Aragón.
Una vez recorrida la calle del Alcalde de Zalamea sube la escalinata de Santiago, que es una copia fiel de la construida en Santiago de Compostela. Esta zona está dedicada a Galicia, comunidad del noroeste de España. Llegas así a la graciosa placeta de la Iglesia, y luego a la plaça Aragonesa. Aquí puedes admirar el hermoso campanario de Utebo, que es una fusión perfecta entre el estilo gótico tardío y el arte de los árabes de la península Ibérica, denominado mudéjar.
Da la vuelta por detrás del campanario y estarás en Andalucía, en la plaça de la Hermandad, con edificios blancos y luminosos, adornados con parras, que te llevan al calor y la luz del sur. Desembocas en la calle de Levante y llegas a la plaça de la Font, cuyos edificios representan las provincias catalanas. Detrás de la plaza encontrarás el jardín de las esculturas.
Terminada la visita al Poble Espanyol, te recuerdo que aquí cerca está la Fundació Fran Daurel, donde podrás admirar obras de Miró, Dalí y Picasso.
CURIOSIDAD: al igual que la Torre Eiffel de París, esta España en miniatura se construyó para durar sólo seis meses y luego ser destruida. Pero alcanzó tal éxito que todavía hoy sigue en pie, ¡después de casi noventa años!