MUSEO MARÉS, Museo Marés
Idioma: español
¡El Frederic Marès es uno de los museos más increíbles y extraños de Barcelona!
Estás en el museo que lleva el nombre del escultor y coleccionista Frederic Marès Deulovol, nacido en 1893, y que donó a la ciudad la extraordinaria colección que reunió durante sus 98 años de vida, incluyendo esculturas y un gran número de objetos comunes, desde la antigüedad al siglo XIX.
El edificio en el que te encuentras, en la plaça de Sant Iu, es el antiguo palacio de los condes de Barcelona, donde se inauguró el museo a mediados del siglo pasado. Una vez que cruces el patio interior arbolado, tu visita se inicia en 13 salas de la planta baja con una serie de bustos, pinturas y esculturas desde la antigüedad hasta el siglo XV. Te recomiendo sobre todo las extraordinarias obras románicas en madera, y en especial la serie de crucificados.
En la primera planta puedes admirar el resto de la colección de esculturas, desde el siglo XVI al XIX.
La segunda planta está ocupada casi en su totalidad por un "museo del museo", llamado el Gabinete del coleccionista: consiste en una colección de decenas de miles de objetos que dan testimonio de las formas de vida y las costumbres del pasado, especialmente del siglo XIX. Hay de todo y más: abanicos, relojes, joyas, fotografías, juguetes, llaves, botellas, relicarios, cristal, cerámica... todo se presenta en una atmósfera íntima que evoca el mundo privado de su propietario. Al final encontrarás la biblioteca-estudio de Marès, con algunas esculturas realizadas por el propio artista.
Pero no te pierdas en la tercera planta la sala llamada "de los entretenimientos", debido a los objetos extravagantes que contiene. Y ten en cuenta que en el museo hay también una sala subterránea con esculturas medievales de piedra. Antes de regresar a la plaça de Sant Iu, reserva un poco de tiempo para sentarte a la sombra de las plantas del jardín y relajarte en el ambiente de este magnífico patio.
CURIOSIDAD: piensa que justo en este edificio se reunía la Santa Inquisición, el implacable tribunal religioso establecido por los Reyes Católicos Isabel y Fernando, los mismos que financiaron a Cristóbal Colón y expulsaron a los judíos de España.
