PASSEIG DE GRÀCIA, Segunda Parte

Tu paseo a lo largo del passeig de Gràcia comienza en la plaça de Catalunya; después del cruce con el carrer del Consell de Cent, mira a la izquierda. Probablemente observarás que algunos turistas se detienen para mirar: de hecho, en una misma manzana, uno al lado del otro, hay tres edificios símbolo del modernismo catalán. Se trata de la Casa Lleó i Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló, y el conjunto de edificios en el que se encuentran ha sido rebautizado como "manzana de la discordia". De hecho, recuerda al mito del juicio de Paris, el joven griego al que se le pidió que dijera quién era la más bella, si Hera, Atenea o Afrodita, es decir, las tres diosas más importantes de Olimpo. Además, estos edificios tan cercanos ofrecen tres interpretaciones del modernismo tan diferentes que es inevitable compararlos: ¿tú cuál elegirías?

Comienza por la Casa Lleó i Morera, obra del arquitecto Domènech i Montaner, y deléitate admirando las fantasiosas almenas que decoran la fachada.

A unos pasos o simplemente mirando al lado, en el número 41, tienes la Casa Amatller, uno de los proyectos más extraordinarios de Puig i Cadafalch. Observar la combinación de las ventanas góticas con los escalones de la parte superior, derivada de la arquitectura holandesa.

El tercer edificio, que además es el más famoso, llamará sin duda alguna tu atención, con su fachada que parece moverse, como una ola o una criatura acuática: se trata de la Casa Batlló, obra de Antoni Gaudí.

Te aconsejo que continúes recorriendo algunas manzanas a lo largo del passeig de Gràcia, al menos para contemplar la otra gran obra maestra de Gaudí existente en esta zona: la Casa Milà, también conocida como "La Pedrera", que se destaca como una extraña fortaleza en la esquina con el carrer de Provença. Y si tienes un poco más de tiempo incluso puedes llegarte a la Fundació Suñol, donde te esperan las fotografías de Man Ray, las esculturas de Alberto Giacometti y las obras de Pablo Picasso.

CURIOSIDAD: cuando en 1878 Gaudí concluyó sus estudios en la escuela de Arquitectura, el director de la facultad declaró: "No sé si hemos licenciado a un loco o a un genio. Con el tiempo se verá". ¡Vaya si lo hemos visto!