¡La Rambla es una de las calles más concurridas y festivas del mundo!
Homenajeada en muchas novelas, obras de arte, películas y series de televisión, la Rambla resume el espíritu de su animada ciudad, y en ningún caso puedes dejar de venir para dar un paseo a lo largo de este bulevar que se extiende alrededor de un kilómetro hacia el noroeste, cortando la ciudad vieja.
Tiene una historia bastante complicada, empezando por el nombre. Piensa que desde el puerto antiguo hasta la plaça de Catalunya el bulevar cambia de nombre nada menos que cinco veces, hasta el punto de que muchos hablen de "Las Ramblas": rambla de Santa Mònica, rambla dels Caputxins, rambla de Sant Josep, rambla dels Estudis y rambla de Canaletes... pero no te dejes confundir, ¡se trata de la misma calle pasarela tan querida por los barceloneses! Si de día te parece abarrotada, espera a verla de noche, especialmente entre la una y las cuatro de la mañana: si no eres noctámbulo, ¡aquí en Barcelona te convertirás en uno a la fuerza!
Debes saber que la palabra "rambla" viene del árabe "ramla", que significa "fondo arenoso de un torrente": de hecho, en otro tiempo por aquí fluía un arroyo que servía de foso exterior de las murallas mandadas construir por el rey Jaime I, a mediados del siglo XIII. Cuando el río se secó, nació la Rambla, que inicialmente era una calle periférica bordeada de iglesias y monasterios. En la segunda mitad del siglo XVIII las murallas se desmantelaron y la Rambla cambió radicalmente de aspecto, convirtiéndose en el lugar favorito en el que la alta sociedad construía sus palacios aristocráticos y burgueses.
Tu recorrido será en dirección noroeste, partiendo del Puerto Viejo. Tu primera etapa es la plaça del Portal de la Pau, dominada por el llamativo Mirador de Colom, un monumento de 60 metros de altura construido en honor de Cristóbal Colón para la Exposición Universal de 1888.
CURIOSIDAD: ¿quieres contemplar unas vistas espectaculares de las Ramblas? Coge el ascensor que lleva hasta la terraza de la parte superior del monumento a Colón. Pero si quiere verla a vista de pájaro, ¡utiliza el teleférico! Me refiero al Trasportador, el teleférico que desde los años 30 del siglo pasado conecta el Muelle Nuevo del puerto con la montaña de Montjuïc.