Audio Guide length: 2.50
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español

A primera vista, la Sagrada Familia te hace pensar en las gigantescas catedrales góticas de las capitales europeas: por su aspecto general, su estilo, sus dimensiones, los tiempos de construcción, sus audaces estructuras y su significado simbólico. Y si lo piensas, su propio estado incompleto es una de las razones de su atractivo.

Pero ahora me gustaría seguir contándote la historia de este gigante de piedra, hablándote, como no puede ser de otra forma, de su creador. Durante muchas décadas, la obra de la Sagrada Familia vivió de hecho única y exclusivamente en la mente de su creador.

Después de tres años de trabajo, Gaudí lanzó una declaración temeraria: para terminar la construcción podrían ser suficientes diez años, a condición de que se pueda contar con una financiación anual de 360.000 pesetas. Como puedes imaginar, era un objetivo inalcanzable, ya que la construcción se basaba y se basa también en la actualidad en las donaciones de los fieles, aunque hoy en día también se financia con la recaudación de las entradas. El propio Gaudí iba de casa en casa, solicitando la generosidad de sus clientes más ricos.

En 1891 dio comienzo la construcción de la fachada este, en un estilo gótico extravagante y divertido, mezclado con el modernismo, que surgió justo en aquellos años. Además el arquitecto cambiaba de idea bastante a menudo: por ejemplo, cambió los campanarios cuadrados previstos por torres circulares. A finales de ese siglo las cuatro torres alcanzaron los 32 metros: podría pensarse que ya tenían una altura considerable para la época, pero el proyecto preveía que las doce torres dedicadas a los apóstoles, cuatro en cada una de las tres fachadas, llegasen a los cien metros; la central, símbolo de Cristo, siempre y cuando se acabe, será de unos 170 metros. Los trabajos prosiguieron hasta 1906, entonces el flujo de dinero se detuvo. Con la esperanza de estimular a los donantes, Gaudí realizó la maqueta en yeso de todo el complejo, pero la obra ya había absorbido más de tres millones de pesetas, y durante varios años avanzó con extrema lentitud, hasta que en 1914 se detuvieron por completo.

 

CURIOSIDAD: Gaudí no dejó escrita una sola palabra acerca de los trabajos de la Sagrada Familia, ni siquiera de sus ideas generales: en raras ocasiones dibujaba proyectos técnicos que indicasen las medidas precisas, y siempre se equivocaba en el cálculo de los presupuestos y los tiempos. Si tienes oportunidad, mira las reproducciones de sus dibujos: están llenos de formas alocadas de torres que se pierden en la niebla, pilares inclinados, adornos esculpidos y mosaicos de cerámica. No son los proyectos de un arquitecto: son los sueños de un artista visionario.

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