SAGRADA FAMILIA, Presentación

¡La Sagrada Familia es el monumento más famoso de Barcelona!

Estás delante de la obra maestra inacabada del que es quizás el mayor arquitecto del siglo XX, Antoni Gaudí. Este templo dedicado a la Sagrada Familia debía ser simplemente una de las muchas iglesias parroquiales incluidas en el crecimiento planificado de la ciudad. Piensa que en el momento de su fundación, se encontraba en realidad fuera del territorio del municipio.

El arquitecto comenzó a trabajar en la construcción de la iglesia a partir de 1883, transformándola en una obra perpetua y proponiendo soluciones arquitectónicas y decorativas totalmente excepcionales. Y es una aventura todavía en curso: quién sabe dentro de cuántos años o décadas podrás escuchar el coro de 1.500 cantantes previsto por Gaudí para la inauguración final.

Cada año, el enorme edificio recibe más de tres millones de visitantes, con largas colas en la entrada, y hay quien vuelve periódicamente a Barcelona para seguir los avances de la obra, lenta pero constante.

Pero déjame que te cuente la increíble historia de la Sagrada Familia. El arquitecto de la diócesis de Barcelona, con quien Gaudí dio sus primeros pasos como diseñador técnico, quería realizar una gran iglesia neogótica: ambiciosa pero un poco académica, similar a las decenas de edificios sagrados que en esos años se erigían en los nuevos barrios de todas las ciudades de Europa. Un año después del inicio de los trabajos la cripta ya iba a buen ritmo, cuando Gaudí, con treinta y un años, se hacía cargo de la dirección de la obra. En ese momento el proyecto cambió radicalmente. La banal cripta de Villar, que Gaudí no puede resistirse a destruir y rehacer desde cero, se convirtió en el taller de un genio. El arquitecto lo desborda todo con símbolos, fantasía y misticismo: quería dar vida a una iglesia que creciese "por sí sola", animada por las oraciones y los sueños de toda la comunidad de fieles.

CURIOSIDAD: la fachada de la Pasión, con sus personajes descarnados y atormentados, es muy interesante además por el cuadrado mágico que incluye: todos los números, sumados por líneas, columnas o diagonales siempre dan un resultado de 33, la edad de Cristo.