Al hablarte de la Catedral, del Campanario de Giotto y del Baptisterio, te he mencionado varias veces que muchas esculturas expuestas al aire libre son copias, y que los originales se conservan en el Museo del Duomo. Ha llegado el momento de conocer, por así decirlo, "en directo", las obras maestras que durante siglos han hecho de esta catedral un punto central del arte, sobre todo escultórico, realmente único en el mundo.
El Museo ocupa en parte los espacios que desde hace siglos pertenecen a la "Opera del Duomo", el taller donde se trabajaban los mármoles y los elementos arquitectónicos y donde se dejaban las esculturas que no se colocaban o que se sustituían, aunque desde hace poco tiempo se ha podido ampliar a nuevos espacios más grandes. Esto ha permitido espectaculares soluciones expositivas: prepárate para hacer un viaje en el tiempo, que te permitirá volver a recorrer la historia de la construcción de la Catedral, en un recorrido salpicado de obras maestras.
Te quedarás sin habla de inmediato, al entrar en la inmensa sala en la que está reconstruida, a tamaño natural, la fachada de la Catedral con el aspecto que debería tener al comienzo del siglo XIV, según el proyecto de Arnolfo di Cambio. Aquí puedes ver instalados, exactamente en la posición prevista por el artista, los grupos de esculturas góticas originales para las tres portadas, las hornacinas y otras partes de la fachada. ¡Es una visión verdaderamente única!
Enfrente puedes ver los batientes originales de bronce dorado de las tres puertas del Baptisterio, coronados por sus respectivos grupos de estatuas. Un grupo de obras maestras que abarca un siglo y medio de historia, desde la puerta de Andrea Pisano a las estatuas de Verrocchio.
La puerta más antigua es la de la izquierda, realizada en la primera mitad del siglo XIV, en la que puedes ver escenas de la vida de San Juan Bautista: el tamaño y la forma particular de los paneles (un rombo con cuatro semicírculos) se utilizaron como modelo para la siguiente puerta, que se encargó a Lorenzo Ghiberti después de un memorable concurso en el que el escultor resultó vencedor después de un cara a cara con Filippo Brunelleschi. Concluye la serie la inigualable "puerta del Paraíso", realizada por el propio Ghiberti para la portada central, la más importante, que se encuentra en la fachada frontal de la Catedral.
CURIOSIDAD: en las paredes del breve pasillo que recorres al inicio del museo puedes leer los nombres de todos los arquitectos, escultores, pintores, orfebres y bordadores que durante siglos han trabajado en la obra de la Catedral.