JARDINES DE BOBOLI

Segunda Parte

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Audio Guide length: 3:02
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español
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Si desde el vivero de Neptuno subes al último nivel de los Jardines de Boboli, donde está la estatua de la Abundancia de Juan de Bolonia, llegarás a la parte más alta del parque. Se llama Jardín del Caballero porque allí se levanta el "Casino del Cavaliere", construido en el siglo XVIII.

En las tres salas del Casino del Cavaliere puedes visitar el Museo de la Porcelana, con una colección de objetos de todas las fábricas europeas de los siglos XVIII y XIX, como Meissen, Viena, Capodimonte, Wedgewood y Doccia: te recomiendo el servicio Sèvres, que Napoleón donó a su hermana Elisa, duquesa de Lucca.

El jardín continúa a lo largo de las murallas defensivas de la ciudad, con un ala que se extiende hacia la derecha. Aquí te aconsejo que continúes con tu paseo, a lo largo del llamado Viottolone, amplia avenida de cipreses con estatuas clásicas y grupos escultóricos de época barroca.

Camina un poco más y llegarás a una gran pila circular rodeada de setos y estatuas: es el piazzale dell'Isolotto, del siglo XVII. ¡Sorpresa! Dos pasarelas te permiten llegar a la isla construida en el estanque. Aquí, en el centro, adornada con jarrones y estatuas, puedes ver la hermosa Fuente del Océano, una de las primeras obras monumentales de Juan de Bolonia, escultor de origen francés que causó furor en Florencia a finales del siglo XVI.

Tu paseo a lo largo del Viottolone continúa por el luminoso Prado de las Columnas, y termina con una composición ornamental de esculturas antiguas y renacentistas.

Bordeando la muralla medieval regresas al centro, acompañado en todo momento por hermosas esculturas. Después de la Limonaia, el antiguo invernadero donde los cítricos plantados en macetones se recuperaban del invierno, en una ligera subida, te encontrarás ante la Meridiana, el último edificio anexo a la parte posterior del Palacio Pitti: es un refinado palacete de estilo neoclásico construido en la segunda mitad del siglo XIX.

Ahora te esperan dos colecciones fascinantes: la Colección Contini Bonacossi, abierta con cita previa, y la Galería del Vestido. Sus trece salas, con cerca de 6.000 prendas de ropa, te permiten seguir la evolución de la moda masculina y femenina. Podrás ver los ropajes que se encontraron en las tumbas de Cosme I y su esposa, recuperados después de una delicada restauración.

 

CURIOSIDAD: en los jardines habrás advertido dos extrañas construcciones con cúpula y parcialmente enterradas: eran dos hieleras. Cada día se transportaba el hielo desde la localidad de Abetone para la comida destinada a la mesa del Gran Duque. En resumen: ¡dos antiguos frigoríficos!

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