¡Orsanmichele es una de las iglesias de mayor valor artístico de Florencia!
El imponente y original edificio gótico de tres plantas que tienes delante está a medio camino entre la plaza del Duomo y la plaza de la Signoria, es decir, entre las dos plazas que desde la Edad Media son la sede de los poderes religioso y gubernamental en Florencia. Iluminada en la planta baja por grandes ventanales de tres arcos ricamente decorados y en las plantas superiores por esbeltas ventanas de dos arcos, Orsanmichele es un inesperado museo de escultura monumental, en el corazón de un animado barrio medieval.
Ten en cuenta que la importancia de esta iglesia se debe principalmente al hecho de que es el resultado de la colaboración entre los gremios medievales, que querían contribuir al desarrollo cultural de la ciudad con una intensa actividad de patrocinio artístico.
Debes saber que la compleja y fascinante historia de este edificio comienza hace 1.300 años, cuando en este lugar se construyó una pequeña iglesia llamada Orsanmichele, abreviación de "Huerto de San Miguel", que fue demolida posteriormente, a mediados del siglo XIII, para construir una galería cubierta destinada a mercado de grano. Este edificio comercial pronto se convirtió en un importante lugar de culto, ya que uno de sus pilares tenía un fresco de una imagen de la Virgen que se consideraba milagrosa.
En 1304, un incendio dañó el edificio y destruyó el fresco, por lo que en la segunda mitad del siglo XIV se decidió cerrar las arcadas de la planta baja y transformar de nuevo la galería en iglesia. Orsanmichele se formó por tanto en el espacio rectangular creado por el cierre de la galería.
En el interior gótico de la iglesia puedes admirar un tabernáculo de mármol con la tabla que sustituyó al milagroso fresco de la Virgen, se trata de una Virgen con el Niño y los ángeles, realizada a mediados del siglo XIV, poco antes de la epidemia de peste negra a la que sólo logró sobrevivir la mitad de los florentinos.
CURIOSIDAD: Orsanmichele todavía conserva una curiosa huella de su pasado como mercado de grano. Si miras los dos primeros pilares, verás unos extraños agujeros que están conectados con los pisos superiores mediante un conducto: los panaderos iban hasta allí con sus sacos y los llenaban con el grano que vertían desde arriba.