Piazzale Michelangelo es el lugar con las mejores vistas panorámicas de Florencia, permitiendo disfrutar de la belleza de esta histórica ciudad que se extiende a lo largo de las orillas del Arno.
Abierto en la verde colina que domina la ciudad en la orilla izquierda del Arno, el piazzale fue creado como parte de los trabajos de ordenación urbana llevados a cabo entre 1865 y 1871, cuando Florencia era capital de Italia. Para llegar hasta allí te aconsejo que salgas desde la Puerta de San Nicolò, la única de las puertas fortificadas de las murallas medievales florentinas que ha conservado su alta torre de guardia. Pasarás cerca de la iglesia de San Nicolò, edificio gótico reformado por Vasari a mediados del siglo XVI. La plaza que está delante de la puerta está dedicada a Giuseppe Poggi, arquitecto y escultor, verdadero protagonista de la construcción del piazzale. A Poggi se le debe el sistema de rampas y curvas que te lleva hasta la explanada panorámica, cerrada al fondo por una fuente y una galería que ahora alberga un bar-restaurante. En el centro de la explanada te encuentras de frente al célebre y muy fotografiado Monumento a Miguel Ángel, también obra de Poggi, combinación un poco kitsch de las estatuas más famosas del artista presentes en Florencia: domina sobre todo el David, que mira hacia el horizonte de la ciudad.
De hecho, estás contemplando un escenario inolvidable: Florencia se extiende a tus pies, con la grandiosa estructura de la Catedral y la cúpula de Brunelleschi en el centro. Es fácil reconocer la forma de los monumentos más famosos. Empieza a observarlos casi de frente y sigue de derecha a izquierda, verás el complejo de Santa Croce, la Biblioteca Nacional, la Torre del Bargello, el campanario de la Abadía, el Museo de Historia de la Ciencia, el Palacio Vecchio, el lado de los Uffizi que da hacia el río, la Catedral con el Campanario de Giotto, la iglesia de Orsanmichele, la cúpula roja de la Capilla de los Príncipes, detrás de San Lorenzo y, finalmente, la fachada blanca de Santa María Novella, en el extremo del centro histórico.
CURIOSIDAD: al lado de la Puerta de San Niccolò, al comienzo del tranquilo Lungarno Serristori, se encuentra la Casa-Museo de Rodolfo Siviero, hasta 1984 hogar del más famoso "monument man" italiano: a él se debe la recuperación de muchísimas obras de arte robadas por los nazis. En sus habitaciones se expone la colección personal de Siviero, que puedes visitar, con restos etruscos y pinturas italianas del siglo XX.