En su parte posterior, el piazzale Michelangelo está atravesado por la "avenida de las colinas". Esta denominación general se debe a la estupenda carretera de montaña que ofrece, en cada curva, nuevas vistas de la ciudad.
Justo a espaldas del piazzale se encuentra la iglesia de San Salvador al Monte, importante edificio renacentista construido en torno al año 1500.
Sigue subiendo y llegarás a la zona ocupada por el cementerio de "Porte Sante". Entre restos de baluartes y fortificaciones te esperan el almenado Palacio dei Vescovi, de aspecto medieval, y sobre todo la maravillosa basílica de San Miniato al Monte, que junto con el Baptisterio es la construcción más importante de Florencia antes de la época gótica.
Como ves, la iglesia se alza en una fantástica posición panorámica, y su blanca fachada de mármol es un preciso punto de referencia dentro del perfil de la ciudad. La milenaria basílica fue construida a partir del año 1018, y a pesar de algunos retoques posteriores, ha mantenido inalteradas sus nítidas formas románicas.
Mira la fachada: está recubierta por un paramento geométrico realizado con mármol blanco de los Apuanos y verde de las canteras de Prato. En la parte inferior puedes ver cinco amplios arcos; por encima, sobre la ventana central, hay un mosaico de fondo dorado del siglo XIII, con Cristo entronizado entre María y san Miniato, el evangelizador de Florencia.
Pero espera a ver el interior, de tres naves soportadas por columnas y pilares, caracterizado como la fachada por la presencia del refinado patrón geométrico de mármoles blancos y verdes. De mármol es también el suelo, con siete recuadros con incrustaciones y diferentes decoraciones. En el centro tienes la capilla del Crucificado, del siglo XV. Y detrás, en el coro, un extraordinario complejo de escultura románica, labrado por completo con incrustaciones de mármoles de múltiples colores, constituido por un recinto de celosías, el altar mayor y el púlpito, con un atril sostenido por expresivas estatuillas.
En el ábside de la basílica se repite la refinada alternancia de mármoles blancos y verdes, así como un gran mosaico de Cristo bendiciendo del siglo XIII.
CURIOSIDAD: te parecerá extraño ver en la parte superior de la iglesia de San Miniato un águila de cobre dorada en lugar de la cruz. El águila sostiene en sus garras un fardo de lana, símbolo de un poderoso gremio de Florencia, el cual, como recompensa por el trabajo y el dinero gastado en la iglesia, obtuvo del clero el permiso para poner en la parte superior de la misma su propio símbolo.