¡San Lorenzo es uno de los complejos artísticos y arquitectónicos más vibrantes de Florencia!
La iglesia se levanta sobre un amplio podio con escalones, en la plaza que está detrás del Palacio Medici. Ante la fachada en bruto se encuentra el monumento del siglo XVI al condotiero Giovanni dalle Bande Nere, al cual se muestra sentado, pero te costará trabajo reconocer la estatua entre la confusión del mercado de ropa y accesorios que bulle en la plaza.
Estás a punto de visitar un gran complejo renacentista, pero debes saber que la basílica data de mucho antes: se trata de hecho del lugar de culto cristiano más antiguo de Florencia, construido fuera del cuadrilátero de las murallas romanas.
La gran iglesia en forma de cruz que tienes delante se remonta a la primera mitad del siglo XV. Fue encargada por la familia Medici y diseñada por el gran Filippo Brunelleschi, autor de la cúpula de la Catedral y de la Sacristía Vieja, a la izquierda. Las obras se prolongaron durante mucho tiempo, y a la muerte del arquitecto aún estaban incompletas. Cerca de un siglo más tarde, el proyecto de la fachada se confió a otro ilustre personaje, Miguel Ángel. Para el revestimiento, el gran escultor habría querido utilizar los mármoles de las canteras de Pietrasanta, pero el papa León X de Medici le impuso las de Serravezza, a pesar de que no tenía vías de comunicación. Esto hizo que se elevaran los costes, que se alargaran los plazos y que a la postre San Lorenzo se quedara sin fachada, tal y como la ves ahora.
Debes saber, no obstante, que en años posteriores Miguel Ángel realizó para San Lorenzo dos obras maestras absolutas: la Sacristía Nueva, en el lado opuesto de la iglesia respecto a la de Brunelleschi, y en el interior del convento la Biblioteca Medicea-Laurenciana. Por último, la cúpula recubierta de tejas rojas que ves alzarse detrás del complejo es la capilla de los Príncipes, realizada unas décadas más tarde.
CURIOSIDAD: la estatua de Giovanni dalle Bande Nere, gran condotiero de la familia Medici, que murió muy joven, fue transportada desde San Lorenzo al Palacio Vecchio, siendo colocada de nuevo sobre su base original a mediados del siglo XIX. Con este motivo se compuso un epigrama satírico que decía: "Mi señor Giovanni dalle Bande Nere/de tanto cabalgar molesto y cansado/de la silla desmontó y ya está sentado".