¡El convento de San Marcos es uno de los lugares más poéticos de Florencia!
Te encuentras ahora entre los árboles de la plaza San Marco, en el barrio de San Giovanni, en el que abundan los recuerdos de la familia Medici y donde se levantan complejos conventuales de varias órdenes religiosas, así como varios institutos universitarios. El aula magna y el rectorado de la Universidad degli Studi de Florencia se asoman precisamente a esta plaza, en un edificio que en su origen eran las caballerizas del Gran Ducado. Si ves una larga cola, serán sin duda admiradores de Miguel Ángel deseosos de contemplar el original del famoso David, custodiado en el Museo del gran complejo que alberga la Academia de Bellas Artes.
Naturalmente la plaza toma su nombre de la iglesia, anexa al bello convento dominico de San Marcos, y ¡que también está llena de palomas como su homónima veneciana!
Erigida a finales del siglo XIV, se presenta con una fachada alta y sobria de época mucho más tardía, del siglo XVIII, y que se remonta a la última de las muchas restauraciones y reformas que se han sucedido a lo largo del tiempo. Hoy en día es sede de un encantador museo dedicado a Beato Angelico, poético pintor de la primera mitad del siglo XV.
En el interior descubrirás una hermosa construcción tardorrenacentista de finales del siglo XVI, época de la que datan también los retablos laterales y los bajorrelieves de bronce de Juan de Bolonia. También puedes encontrar obras más antiguas, como los frescos del siglo XIV de la fachada interna y la bella sacristía del siglo XV, del mismo arquitecto al que se debe el cercano complejo conventual.
Por último, también te señalo dos excelentes cuadros de pintores que residían en San Marcos como frailes dominicos: el Crucificado que se encuentra sobre el altar mayor , pintado sobre tabla moldeada, es una obra juvenil de Beato Angelico, mientras que la Virgen y los Santos, en el segundo altar a la derecha, es de Fray Bartolomeo.
CURIOSIDAD: el suelo de la iglesia es una obra maestra, hay figuras de animales de todo tipo. Junto a la Capilla de San Isidoro puedes encontrar la efigie de un rinoceronte: ¡debes saber que se trata de un talismán contra las enfermedades!