SANTA CROCE

Capilla Pazzi

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Audio Guide length: 2:44
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español
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Después de visitar la iglesia y ver sus frescos, seguramente no te importará hacer una pausa al aire libre, entre las plantas y la paz de sus claustros.

La salida al primer claustro la encontrarás en el lado derecho. De forma irregular, este jardín ofrece unas magníficas vistas de la mole gótica de la iglesia. A lo largo de los siglos también se ha utilizado para dar sepultura, pero ahora puedes admirar varias esculturas, entre ellas, en el baldaquino del centro, una obra de Henry Moore.

En este claustro puedes visitar la capilla de los Pazzi, dedicada a la poderosa familia florentina que participó en la famosa conjura de la que te hablo en el archivo de la Catedral. Es un puro ejemplo del humanismo, una de las últimas y mejores obras maestras de Filippo Brunelleschi. La construcción comenzó tres años antes de la muerte del gran arquitecto, de hecho, la fachada, decorada con delicadas esculturas, quedó incompleta. El interior rectangular está coronado por una cúpula circular. Mira los hermosos paneles con incrustaciones que revisten las puertas y los magníficos tondos de terracota coloreada del gran escultor Luca della Robbia.

Después de este espacio de perfectas proporciones y pura belleza, tras pasar por el claustro, llegas al grandioso refectorio del monasterio franciscano. Al fondo de la noble y enorme sala del siglo XIV puedes ver un hermoso fresco de la misma época: en la parte inferior puedes reconocer la Última Cena, y al lado, una gran pintura que celebra de forma simbólica la devoción de la orden franciscana hacia la Santa Cruz.

El refectorio forma parte del museo, donde puedes admirar obras de arte, fragmentos de frescos y esculturas vinculados al complejo de la basílica. El punto fuerte es sin duda el dramático Crucificado pintado por Cimabue sobre una gran tabla. Maestro de Giotto, Cimabue es el pintor italiano más importante de finales del siglo XIII: sus crucificados son todavía estáticos, vinculados a la tradición bizantina, pero expresan ya de manera dramática el espasmo de un Cristo agonizante.

Tu paseo por Santa Croce termina con la relajante visión del Gran Claustro, con pórticos y galerías, realizado a mediados del siglo XV.

 

CURIOSIDAD: Miguel Ángel murió y fue enterrado en Roma. Florencia y su familia exigieron los restos, pero fue en vano. Más tarde, un sobrino suyo, Leonardo, fue a Roma, robó el cuerpo y lo llevó de vuelta a su ciudad natal, donde yace todavía hoy, aquí en Santa Croce.

 

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