Comenzada en 1246, la iglesia de Santa María Novella es uno de los ejemplos más claros de gótico italiano: mientras que en Francia o en Alemania, durante el mismo periodo, los arquitectos se desafiaban construyendo espectaculares edificios que se proyectaban hacia el cielo, en Italia se buscaba un mayor equilibrio de proporciones. Debes saber que Santa María Novella es la primera iglesia gótica de Florencia, y que sirvió de modelo para todas las que se construyeron entre finales del siglo XIII y principios del XIV.
Según la tradición, habría sido diseñada por dos frailes dominicos, fray Sisto y fray Ristoro: los trabajos duraron cerca de un siglo. La imponente construcción fue financiada en parte por familias que se reservaban capillas privadas o tumbas en el cementerio nobiliario del lado derecho: ¡prácticamente una forma de "fund-raising" medieval!
Mira bien la estupenda fachada, que reluce con mármoles blancos y verdes, según un criterio decorativo y geométrico ya adoptado anteriormente en el revestimiento del Baptisterio y en la fachada románica de San Miniato al Monte.
Notarás que sólo la parte baja, con los arcos esbeltos y estrechos que encierran sarcófagos, data de la época de la construcción. Después de haber permanecido sin terminar durante más de un siglo, el revestimiento de mármol fue realizado y completado a mediados del siglo XV por el gran arquitecto Leon Battista Alberti, famoso también por sus tratados sobre perspectiva.
Por encargo de Giovanni Rucellai (cuyo nombre aparece en grandes letras sobre la parte central en una inscripción en latín como "Johannes Oricellari"), Alberti da la decoración existente un aspecto renacentista de gran elegancia.
Observa cómo Alberti, utilizando los mismos materiales de la parte medieval e incorporando la ventana circular ya existente, realizó la portada principal, flanqueada por altas columnas de mármol verde, con una división geométrica muy equilibrada, mediante recuadros regulares en la parte central y en la superior. Y presta también atención a una invención realmente efectista: las alas redondeadas, con discos de finas incrustaciones, que ocultan las caídas de los techos laterales. Completa el conjunto un coronamiento triangular, directamente inspirado en la arquitectura clásica.
CURIOSIDAD: observando con atención las decoraciones de la fachada, puedes reconocer los dos escudos de Giovanni Rucellai, las plumas encerradas en un anillo y una vela hinchada por el viento: ¡hoy los llamaríamos el logo del patrocinador!
Idioma: español