Naturalmente, la iglesia es el corazón del complejo de la Cartuja, al que entras a través de un patio y un pórtico del siglo XIV, reformado a finales del XVI. Reduciendo el número de arcos de cinco a tres, se crearon en los lados del pórtico las capillas de San José y del Rosario. En la parte superior de la fachada puedes ver una estructura muy sencilla, con dos pares de semicolumnas a los lados de una ventana central.
El interior no es muy grande, aunque sí espléndido, de una sola nave con seis capillas laterales, construidas donde en la iglesia gótica original se encontraban las viejas naves. La decoración de mármoles, estucos, incrustaciones y sobre todo cuadros y frescos es tan rica que te parecerá que estás en una pinacoteca de la escuela napolitana del siglo XVII. Los cuadros decoran la nave, el coro y también las suntuosas capillas laterales.
Te recomiendo, a lo largo de los pilares, el Ciclo de los Doce Profetas, de José de Ribera, español que desarrolló su actividad principalmente en Nápoles.
Cerca del altar tienes el gran Lavatorio de los pies, de Battistello Caracciolo, delante de la igualmente magnífica Comunión de los Apóstoles, de Ribera, y en la pared interior el gran y solemne Entierro de Cristo, de Massimo Stanzione, entre otros dos poderosos lienzos de Ribera: Moisés y Elías.
Con todas estas pinturas podrás entender cómo la escuela pictórica napolitana del siglo XVII pasó de un naturalismo inicial inspirado en Caravaggio a una pintura mucho más narrativa y teatral, que progresivamente se abre a los colores claros y frescos del XVIII.
También podrás efectuar interesantes comparaciones con los artistas emilianos y del centro de Italia: las bóvedas de la nave están decoradas con un ciclo pictórico del emiliano Giovanni Lanfranco, y en la pared del fondo destaca una hermosa Natividad del boloñés Guido Reni.
En la parte posterior de la iglesia, por último, y a través de un suntuoso pasadizo, llegas a la espléndida Capilla del Tesoro, en cuyo techo te espera un luminoso fresco de un efecto espectacular: es el Triunfo de Judit, la última obra del gran pintor napolitano Luca Giordano, que moriría un año después de realizarlo.
CURIOSIDAD: la Cartuja de San Martino es el único punto de la ciudad desde el que se ve todo el golfo de Nápoles, desde punta Campanella hasta Posilipo.