Audio Guide length: 2.41
Autor: STEFANO ZUFFI E DAVIDE TORTORELLA
español Idioma: español

¡El Palacio Real de Caserta es uno de los lugares más fabulosos de Campania!

Prepárate para sumergirte en la atmósfera de una pomposa corte dieciochesca en uno de los mayores y más espectaculares edificios civiles italianos, rodeado por el frescor de un fantástico parque surcado por las aguas y repleto de estatuas y fuentes.

Pero primero, un poco de la historia: este palacio real fue construido por deseo de Carlos de Borbón y su esposa Amelia de Sajonia, en 1752. El motivo era estratégico: transferir al interior la sede administrativa del reino para alejarla de Nápoles, donde estaba expuesta a posibles bombardeos de escuadras navales extranjeras; el Palacio Real de Portici, aunque de nueva construcción, parecía inadecuado para una corte de nivel europeo y para sus oficinas gubernamentales. Y así, siguiendo el modelo de Versalles, se escogió una zona llana a menos de treinta kilómetros del centro de Nápoles y a los pies de la colina en la que se alza el antiguo pueblo de Casertavecchia. El rey compró la finca por unos 490.000 ducados, pero gastó doce veces más en construir el palacio real: más de 6 millones de ducados, ¡una verdadera locura! Y piensa que el proyecto inicial incluía fundar una ciudad en torno al palacio real y el inmenso parque circundante, que se conectaría con Nápoles mediante una nueva carretera, pero se tuvo que renunciar a ello por falta de dinero.

El palacio real se concibió precisamente para desafiar a Versalles en tamaño y esplendor; lo diseñó el arquitecto Luigi Vanvitelli, nacido en Nápoles y totalmente "italianizado", aunque era hijo del pintor holandés Gaspar van Wittel.

La muerte del arquitecto y la partida de Carlos hacia España, donde fue coronado rey en 1759, causaron varias interrupciones en las obras y la reducción del tamaño del proyecto; por ejemplo, se eliminó la cúpula que habría dominado el cuerpo central. Por otra parte, Carlos no vivió nunca en él: en 1764 las partes finalizadas hasta ese momento fueron ocupadas por familias sin hogar, y no fue hasta diez años más tarde cuando Fernando IV pudo finalmente trasladarse a la nueva sede, donde pudo desfogar su pasión por la organización de fiestas, las batidas de caza y las representaciones en el teatro de la corte.

 

CURIOSIDAD: el palacio real también se debe al genio del ingeniero Francesco Collecini, creador del llamado Acueducto Carolino, de 40 kilómetros de largo: piensa que para llevar el agua al parque ¡atraviesa cinco montañas y tres ríos!

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