El Palacio Carignano es una obra maestra de la arquitectura civil ubicada en Turín. Fue construido en solo seis años para el príncipe Manuel Filiberto. Diseñado por el arquitecto Guarino Guarini, el palacio destaca por su fachada principal retranqueada, que permite que el cuerpo central de formas curvas se destaque. En el interior, cuenta con un salón en la planta superior con una alta arcada y un vestíbulo en la planta baja con dos escaleras de caracol. A lo largo de los años, el palacio ha sufrido modificaciones, incluyendo la eliminación del jardín y la transformación de las caballerizas en la Biblioteca Nacional. Durante el Risorgimento, el palacio se convirtió en sede governativa y su tamaño aumentó considerablemente.